Suntuosidad Versus Plenitud de Vida
Antropos
Dice el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, que mansedumbre es la condición de manso, o sea, que es apacible, sosegado, tranquilo. Tal pareciera que en términos de la persona esto se convierte en una hermosa virtud. Es el ideal del ser humano alcanzar este nivel, porque desde esta perspectiva de la vida, cada una de las decisiones que se asuman, están llenas de plenitud, de gozo y de satisfacción, en tanto no violenta el respeto hacia el otro, ni hacia sí mismo.
Ahora bien, la cotidianeidad del ir y venir arroja otras aristas. Se violentan las relaciones y se denigra la dignidad humana. Surgen los abusos, prepotencias, las mentiras, las traiciones y hasta el derecho a la vida. En medio de estas turbulencias de la vida social, cada uno de nosotros empezamos a colocar cercos para defendernos del enemigo que es el otro. No permitimos que alteren nuestra propia intimidad y mi casa, se convierte en mi fortaleza, y mi vida es el bunker en donde guardo mis rencores, frustraciones y alegrías. Se rompe la comunicación existencial como ser humano y quedan aquellas que tienen sólo un carácter de utilidad y pragmatismo. La fraternidad y la amistad quedan en el olvido, porque ahora han dejado de tener sentido.
Y es esto lo que hoy vivimos. El drama del rompimiento de la vida humana en su plenitud humana. Importan otros aspectos que tienen que ver con la suntuosidad por un lado y por el otro, dramáticamente en la búsqueda permanente de la comida, la vivienda y el agua.
Alcanzar la mansedumbre, es lograr la plenitud de una vida sosegada. No es agachar las orejas y caminar hacia el abismo como un cordero domesticado. En el momento que el otro pretenda convertir al otro en una cosa útil para sus propios propósitos, altera la comunicación y el respeto. Y esta es la otra dimensión, o sea, la contradicción o el desencuentro de opuestos. Cuestión natural propia del ser humano y de la naturaleza misma.
De ahí el carácter rebelde que es consustancial al ser humano. Y esta rebeldía, es lo que en términos de vida individual nos lanza hacia el futuro en busca de veredas y caminos para alcanzar sueños y proyectos a cumplir. En la vida social, es lo que propone nuevas alternativas ante las limitaciones y abusos del poder político y económico. En tanto no exista el talante de la rebeldía, la historia se detiene y se estaciona conservadoramente. Los prepotentes y ególatras que se adueñan del poder, siempre se tropezaran tarde o temprano con la rebeldía y esto los hará retroceder.
Los ejemplos abundan en el mundo. La suntuosidad y el poder tienen su límite, cuando el abuso el descaro y el cinismo se extralimitan en contra de las personas, que por ser dignas, apacibles, sosegadas y tranquilas, alzan el vuelo en las alas de la rebeldía.

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