La Normalización de la Violencia Criminal
Una Guatemala Diferente Es Posible
La normalización de la violencia criminal es un proceso mediante el cual una sociedad empieza a percibir los actos violentos y criminales como algo común, aceptable o inevitable, esto se produce cuando la frecuencia y exposición a la violencia y hechos criminales generan una disminución en la reacción de indignación, rechazo o sorpresa, lo que lleva a que las personas lo vean de manera normal, como parte del día a día.
Este fenómeno puede deberse a múltiples factores como la impunidad, la repetición de hechos violentos de manera constante en los medios de comunicación y las redes sociales, la desconfianza en las instituciones de seguridad y justicia, la desigualdad social, la cultura de violencia arraigada en comunidades; como consecuencia de la normalización de la violencia se debilita el tejido social, se aumenta la tolerancia a los actos de injusticia y se dificulta la implementación de soluciones efectivas para combatir el crimen.
Vayamos desglosando estos factores para una mayor comprensión: Cuando hay una exposición constante y frecuente de la violencia y esta se difunde constantemente a través de los medios de comunicación y redes sociales, las personas pueden desarrollar una insensibilización progresiva, esta repetición de hechos violentos hace que dejen de sorprenderse o indignarse tanto como antes; así mismo, si no se percibe la aplicación de la justicia de manera objetiva y transparente por parte de los jueces, si los niveles de corrupción son altos, y se percibe que las autoridades no hacen nada por enmendar estas fallas, la impunidad refuerza la idea de que los actos violentos son parte de la vida diaria y que no vale la pena denunciarlos.
Según expertos sociales, la violencia y la criminalidad suele estar vinculada a la desigualdad social y económica, por lo que la criminalidad puede volverse un recurso de supervivencia o una forma de expresión del descontento social; algunas sociedades tienen un historial violento, conflictos armados, drogas, pandillas o violencia estructural que normaliza el uso de la fuerza para resolver problemas; y si aunado a eso se glorifica la violencia y esta se retrata en los medios de comunicación y redes sociales, se contribuye a su normalización, dando como resultado que una gran parte de personas den por sentado que los hechos violentos sean aceptadas por la sociedad; de igual manera, en sociedades en donde la educación, el respeto a la ley, la resolución pacífica de los conflictos es deficiente, la violencia es el mecanismo utilizado para solucionar las diferencias; y si a todo lo anterior le sumamos un Estado débil con instituciones frágiles, el resultado final es un Estado incapaz de garantizar la seguridad, lo que podría obligar a la población a actuar pensando que puede optar por utilizar la justicia por mano propia como un mecanismo de supervivencia; para finalizar todo esto puede producir en la población un efecto de fatiga emocional en la que la población deje de reaccionar o indignarse porque se siente impotente para solucionar los problemas que le aquejan, en primero orden el de su propia seguridad.
La violencia criminal no debe de ser aceptada ni tolerada en ninguna sociedad, lo que implica fomentar el respeto a la ley y aplicarla de manera general con objetividad y transparencia, además, impulsar los valores cívicos en la sociedad, por lo que hay que promover estrategias a nivel educativo, social, cultural y legal para lograr convivir es una sociedad en paz, con orden, que permita el desarrollo y para alcanzar esos objetivos toda la sociedad debe participar de forma activa.
AL RESCATE DE GUATEMALA.
GUATEMALA NECESITA DE SUS MEJORES HOMBRES Y MUJERES.

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