Entre Plagas
Desde México
La reaparición del gusano barrenador en el ganado mexicano ha puesto en jaque toda la política zoosanitaria de México, advirtiendo que, según palabras del secretario de Agricultura en turno, ellos no podían responsabilizarse de que el gusano rebasara fronteras y llegara al país. Nuevamente confundimos que la responsabilidad de un gobierno dependa de las situaciones que enfrenta y no de la condición que presenta. Seguimos pensando que somos responsable de lo que queremos que nos toque y no de aquello que nos sucede. Esta infección ha dejado al descubierto la dependencia con Estados Unidos en términos de ciencia e investigación agrícola, Estados Unidos posee el único laboratorio que produce la mosca que combate directamente la plaga.
Después de 30 años sin presencia en el país el gusano barrenador ha causado el cierre por dos semanas a la importación de todos los productos cárnicos provenientes de nuestro país al vecino del norte. Un cierre que duele hondo en el sistema comercial agrícola mexicano. La pena anunciada unilateralmente por EUA ha captado la atención del gobierno mexicano quien, por cierto, ha desestimado al mismo tiempo la negociación americana con la familia de Ovidio Guzmán para considerarle como un testigo valioso para el gobierno americano. Estados Unidos continúa con su obsesión por frenar el fentanilo que evidencia la crisis social que enfrenta y, aunque empezó hace tiempo, se ha ido acelerando conforme los límites se han desdibujado. Al mismo tiempo un gusano que taladra la salud y las normas zoosanitarias y acciones que taladran una muy escuálida estrategia de seguridad que parece más bien reaccionar que intentar contener los malestares propios de un ambiente enrarecido por la impunidad, el control criminal y el libre tránsito de drogas.
Ha habido silencio en EUA para compartir su tecnología de combate de la plaga con México, y solamente aumenta la tensión ante la inminente negociación del Tratado de Libre Comercio con México y Canadá el famoso TMEC. Aunque estaba planeado para el 2026, todos están a la expectativa de saber si EUA mostrará alguna esperanza de creer y respetar un acuerdo comercial internacional. Las más recientes acciones parecen cancelar cualquier tipo de tratado, pero también se espera que solo se trate de una faceta para negociar y compartir los méritos. No lo sabremos sino hasta aceptado o rechazado el TMEC.
Las plagas debilitan, ese es siempre el mensaje que dejan, como toda crisis que no aprendemos seguirá repitiéndose hasta dejarnos la lección. La plaga de la inseguridad sigue real, ha habido un silencio sobre los siguientes pasos en seguridad. Los militares siguen apostados en la frontera norte como se conquistó con la primera amenaza arancelaria pero el problema continúa, faltan efectivos y efectividad para frenar un problema acelerado por el apetito desmedido de un lado y la ambición sin freno del otro. El gusano barrenador taladra la barrera del tiempo y vuelve igual el pasado dejado hace 30 años y la inseguridad taladra la barrera del tiempo afectando el futuro y mostrando que sobre el caos no se construye. La debilidad aumenta conforme el tiempo pasa y las plagas no se irán sin la actuación directa e intencional. Ambas plagas piden y consumen, se extienden y el peligro, además de acostumbrarnos, es olvidarnos.

Le invitamos a leer más del autor: