OpiniónColumnas

Elección Judicial

Desde México

México realizará, hoy, una votación histórica. Por primera vez el voto directo ha de elegir los jueces y magistrados que, operadores del poder judicial, habrán de dirimir las controversias en este país. La votación busca elegir 9 cargos de ministros y ministras de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, 2 magistraturas de las salas superiores del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, 15 magistraturas de las salas regionales del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, 5 magistraturas del tribunal de disciplina judicial, 464 magistrados de distrito y 386 personas juzgadoras de distrito. En los procesos locales se elegirán 1,800 cargos. La mayoría de los estados muy cercano el número de candidatos con el de candidaturas disponibles como Coahuila, estado que registró 135 candidatos locales para elegir 106 posiciones. Chihuahua registró 886 candidatos para elegir 305 cargos. 

En total participan 7,676 candidatas y candidatos en este proceso, luchando por la seducción que permita la obtención de un encargo. El presupuesto destinado para este ejercicio democrático es de 6 mil millones de pesos.  La elección se hará a lo largo del país con el apoyo de 84,019 casillas. Hasta el 23 de mayo se tenían considerados 139,911 observadores del proceso. Muy interesante es que la mayoría de esos observadores se encuentran en el grupo etario de 21 a 25 años. Los jóvenes están participando. 

Es una gran cantidad de candidatos, de un poder, como el judicial, cuyo ingreso era por selección y no por elección. Un poder técnico que no contaba con la seducción popular propia de las campañas, que no por eso deja de ser un importante agente político. Los y las abogadas enfrentan el reto de conseguir el voto popular. Todo el tumulto de candidatos fue difundido a través de un sistema público “CONOCELO” que buscaba compartir la información biográfica de las y los candidatos, durante la campaña tuvo un total de casi 8 millones de visitas, de un padrón electoral de casi 100 millones. 

En este proceso, a nivel federal y también local, en Coahuila identifico en campaña a varios y buenos amigos, seguramente les juzgo, pero no desde la amistad sino del conocimiento, porque la vara que mide al amigo siempre se suaviza por la misericordia. Por conocerlos sé que son hombres y mujeres de bien, estudiosos, valiosos profesionistas que seguramente harán bien su encargo. Algunos otros candidatos, con reserva y dolor, veo que aparecen en una boleta que no les merece, pobres de aquellos que deban tocar su puerta pidiendo justicia, pero eso es la democracia, la seducción de un candidato. 

Ante la realidad de la elección muchos han manifestado su decisión de no participar, algunos otros alientan la participación. La historia habrá de señalar el éxito de este cambio, aunque los elementos actuales lo hacen ver peligroso por ser el poder judicial el más técnico de los poderes, con un sistema que exige experiencia. El cambio es real. El cambio se realiza y los nuevos jueces habrán de provenir de las urnas y considerar ese proceso para el mantenimiento del encargo. Me quedo con el dicho de los asiáticos; “cuando los vientos de cambio soplan, hay quienes construyen muros y quienes fabrican molinos”.

Area de Opinión
Libre emisión del pensamiento.

Le invitamos a leer más del autor:

Héctor Gil Müller

Abogado egresado de la Facultad de Jurisprudencia de la Universidad Autónoma de Coahuila. Cuenta con estudios de especialización en Filosofía del Arte, Concertismo en piano y órgano clásico, así como en Derecho Fiscal.