Conversaciones con un líder costarricense
Sueños…
Sobre graves problemas nacionales acumulados
Los Estados nacionales atraviesan túnel de problemas acumulados, que muy bien comenta el dirigente tico Walter Coto Molina, en una publicación de mayo 22, 2025. Por señalar asuntos tan delicados para la paz, el progreso y el porvenir de nuestras naciones, me atrevo a imaginar una conversación ficticia, disruptiva con don Walter para poner en disputa opiniones que puedan arrojar luz y señalen salidas a los problemas comunes de la democracia centroamericana en tiempos de crisis.
No hay condiciones para ningún golpe de estado
Para que los problemas nacionales se acumulen y no encuentren solución se necesitan factores que permitan proponer y realizar las acciones que nos puedan sacar del fondo del atraso y nos pongan ante una nueva realidad llena de equidad, justicia y seguridad.
Cuando no se encuentran soluciones o no se pueden realizar, siempre surgen visionarios de la oscuridad que pretenden que la solución son ellos y que por la fuerza o el miedo hay que entregarles el poder. La democracia, el sistema político menos negativo que hemos elaborado los humanos diría, por qué no construyen un partido alternativo, elaboran un programa de soluciones válidas y financiables, se la proponen al pueblo, y que la mayoría decida si pone el futuro en sus manos, durante cuatro años, o los rechaza hasta la próxima elección. Pero no, los iluminados insisten en golpes de Estado o toma del poder por la vía armada.
Empezamos la plática con Walter Coto, en cursiva sus palabras:
–Empiezo diciendo que lejos de ver una catástrofe derivada de un golpe de Estado, sea contra el presidente como lo dice él, o contra la institucionalidad del país como lo dicen otros, lo que observo es una enorme oportunidad para poner fin, a la desidia de las dirigencias políticas que han postergado y siguen postergando los graves problemas que se han acumulado en las últimas décadas.
-Parece que algunos grupos al ver amenazados privilegios acumulados puedan ver el golpe de Estado como la oportunidad de continuar con el reparto anterior de privilegios. Y puedan pretender dar un coup d´état, para tratar de oponerse a una forma de gobierno que ha roto paradigmas tradicionales, ¿por qué se da esta situación de cambio en la forma de gobierno tradicional?
–Quizás teníamos que llegar a esta situación para entender, que ya no es posible seguir por ese camino.
-Se siente en el ambiente una leve tentación por el uso de la fuerza como arma política. Por la larga tradición nacional de apego a la democracia y la paz no veo condiciones para el uso de la fuerza en ningún sentido.
–Lo que sí hay, es una devaluación de la convivencia política y social que es preciso atender con responsabilidad. También existe una pasmosa ausencia de comprensión de muchos actores de la clase política de todos los partidos, para entender la nueva realidad, la nueva cultura, los nuevos símbolos y referentes, y con ello, las nuevas necesidades que demanda la población y las reformas profundas que el país necesita.
-La economía mejoró, en 30 años se cuadruplicó la producción nacional. Y, mientras la economía crece el porcentaje de desempleados, los que tienen salario mínimo disminuyen.

-Pareciera que los programas de ajuste estructural cambiaron el entramado político-económico del país, elevando en forma acelerada el PIB percápita y modernizando el país, pero el ajuste solo fue económico. Quedó pendiente el ajuste social, que muchos han escondido tras ayudas sociales y permisividad del delito. El ajuste económico ha favorecido primero a financieros, banqueros, exportadores, importadores; segundo a las clases rentistas: intelectuales, profesionales, empleados del gobierno, medios de comunicación, quienes son la parte del 20% rico o muy rico con ingresos salariales o pensiones de 2 millones de colones para arriba frente al 80% de la población que gana menos de 800 mil colones por mes.
–Resulta también evidente el mantenimiento de los egos de líderes y cofradías partidistas, así como de intereses de algunos sectores sociales y organizaciones empresariales, que se les hace difícil poner la patria en que nacimos como la gran prioridad.
-Pareciera que el sueño socialista de los años 40, de la segunda república, se desvaneció con la gran crisis de 78-82, y los programas de ajuste, y se inició la tercera república, liberal conservadora, o neoliberal.
Ya no hay democracia popular, ahora es democracia corporativa, con los PAEs tomaron el poder los banqueros, financieros, exportadores, importadores y abrieron una alianza dándoles poder en juntas directivas de empresas públicas (del gobierno) a sindicatos, cámaras empresariales, solidaristas, cooperativistas, colegios profesionales y otros.
Hay que ver las causas y no solo los efectos
-volviendo a la actualidad, que piensa de lo complejo a nueve meses de las elecciones.
-El presidente y en general su gobierno representan el efecto de un conjunto de causas que han comprometido la estabilidad del país. Chaves es el apellido, pero pudo haber sido Juan Pérez. Lo realmente significativo es centrarse en las causas que llevaron al mensajero al poder, y que a su vez lo sostienen con apoyos importantes de sectores de la población.
-muy certero el tema, se agota el capitalismo del ajuste estructural y la apertura comercial del TLC-2008, la situación actual no es casual, no es un simple cambio aleatorio, es el resultado de más de 40 años de ajustes y apertura comercial sin un fundamento popular que le diera acceso al conjunto de la población al bienestar. Eso sí con la ayuda del colchón de las reformas sociales y políticas de los grupos de Calderón y Figueres, 1940-1948.
Un ejemplo, los partidos políticos han desaparecido, ahora son pulperías, partidos-taxi, que alquilan su nombre para llevar a cualquiera a un puesto de elección popular, que lleva a que según el Estado de la Nación, la credibilidad de estos carteles políticos bajo del 98% a solo el 16% ya no reflejan ninguna realidad, ni ideología política.

-Lanzar diatribas solamente contra el mensajero, es decir contra el efecto, y no entender que lo más importante es lo que se esconde tras ese fenómeno, es sencillamente un error político que puede costar muy caro. El mensajero puede desaparecer, pero si las causas permanecen y se siguen agravando, los problemas nacionales se harán más profundos y entonces sí podría haber un ruptura muy peligrosa.

Una oportunidad de reconstruir el país
–En consecuencia; lo primero que debemos entender, es que el momento no representa solamente y únicamente una amenaza, sino también y esencialmente una oportunidad de mejoramiento sustancial. No se trata solamente de combatir las amenazas, sino de proponer salidas que vayan más allá del proceso electoral que nos toca las puertas.
-Don Walter, ¿habrá tiempo?, ¿quién podrá encabezar el proceso?, ¿cómo hacerlo?
-Eso dependerá obviamente de la calidad de las dirigencias, partidos y organizaciones, de sus propuestas, y de la sociedad en general para impulsar los cambios que urgen. Ahí está el verdadero meollo de la gran refundación que necesitamos.
-El optimismo de Walter Coto, un líder nacional reconocido, es envidiable. Da una pizca de confianza en el futuro. Eso sí cuesta mirar el panorama para que se dificulte observar donde están las dirigencias, partidos y organizaciones patrióticas, que no luchen solo por los intereses de sus agremiados.
-Como muchos costarricenses he seguido de cerca los acontecimientos políticos del país y del mundo. Poco he opinado, pero me resisto a creer que la salida sea tan simple, como proseguir la mera confrontación contra un personaje, o de ese personaje contra actores políticos del pasado y del presente. Ese paisaje político no lo puedo comprar. Las corrupciones, las avaricias, la falta de idoneidad, las culpas, las conductas delictivas, las decisiones contra la ética, el cinismo y demás, se ven en las pantallas tanto del pasado como del presente.
-Cierto, la corrupción, las avaricias, la falta de idoneidad, las conductas delictivas, la corrosión del narco en todas las instituciones, las decisiones contra la ética, el cinismo y demás, se ven en las pantallas tanto del pasado como del presente. Pero, son el resultado de un capitalismo que se concentró en la riqueza para unos pocos, en la compra de la intelectualidad y la dirigencia social, y se olvidó de una reforma social que llevara a terminar la secundaria completa a la totalidad de ticos, por lo menos.
-En el fondo todos somos culpables porque solo vemos los males en el ojo ajeno, y no tenemos la hidalguía para hacer nuestra propia introspección. Hace tiempos que ni los líderes, incluyendo los actuales, ni los partidos tienen la capacidad de hacer autocrítica, y por eso repiten los errores.
-Levantar la bandera de la autocrítica y la vuelta a los valores reales, no en discurso, sino en proyectos reales que beneficien a las mayorías podrían devolverle al pueblo de Costa Rica el elevado sitial que había construido en sus primeros 200 años de independencia.
-Quizás sea cierto que los pueblos eligen y tienen los gobernantes que se merecen. Los problemas van más allá de los gobernantes. Formar líderes y ciudadanos críticos, activos y conscientes es una enorme necesidad en el camino de reconstruir el país. Por eso he insistido muchas veces que los problemas que vivimos no son solo jurídicos, ni meramente políticos, sociales, económicos o ambientales, sino también culturales, propios de una sociedad que está muriendo y otra que ya prácticamente nació y que se instaló con nuevos paradigmas y valores.
-Trascender de lo superficial a lo esencial de la realidad nacional, es el mensaje que nos deja conversar con don Walter. Esperamos seguir esta charla la próxima semana.

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