recordar el pasado para vivir el presente

OpiniónColumnas

Antaño

La pobreza de entonces tenía cierto encanto. Los días eran más largos porque, aunque faltara dinero, sobraba tiempo. Uno quería de todo y no le alcanzaba para nada. Lo maravilloso de ser pobre se resumía en desear las cosas y decir: “Algún día…”. Me parece terrible que, cuando ese día finalmente llegó, solo quedaba tiempo para nada. El trabajo se había vuelto absorbente. Y cuando muchos años después, teníamos tiempo y dinero, había una comparativa pérdida de deseo, de motivación, de premura…

Read More