USA: La nueva gran ramera del socialismo

Desde Mi Trinchera

Muy difícil para quien escribe una columna de opinión política, redactarlo teniendo en claro desde el principio el título, son tantos temas de interés que resulta complicado decidir cual debe encabezar; sin embargo, esta vez lo tuve muy claro…

Si, cada día percibimos que se intensifican las batallas políticas, legales, mediáticas es debido a que las piezas preelectorales se están acomodando de una manera acelerada. El interés por el control del Ministerio Público, las diferentes Cortes, Procuraduría de los Derechos Humanos, Rectoría de la Universidad de San Carlos, deja al descubierto lo más selecto de la clase política decrepita y criminal del país; bueno, realmente no solamente de Guatemala, también de los falsos “países amigos” encabezados por la “gran ramera mundial” del doble discurso, del intervencionismo, experta en exprimir hasta el último aliento de dignidad que puede exhalar un país soberano, al estar representado por un “cholero de lujo” a su servicio, los Estados Unidos de Norte América. Dejo en claro que no soy “anti-yankee”, como vociferaban orgullos en los años 80s y 90s los comunistas, socialistas y terroristas subversivos, esos mismos que hoy, irónicamente, son los que aplauden la intervención de USA, por medio de su Departamento de Estado y su embajada acreditada en nuestro país, esos mismos socialistas y delincuentes de izquierda que bajo la “bandera de la lucha contra la corrupción”, cometieron las injusticias y crímenes más repugnantes, y ahora con el miedo circulando por sus arterias y poros, corrieron a los brazos de la gran “ramera demócrata”, instalada en Washington, al ir perdiendo sus cargos de poder dentro del Estado guatemalteco, al quedar al descubierto todos los métodos utilizados para ocultar sus acciones delictivas, enriquecerse, asesinar penal, judicial, política y físicamente a quienes se les cruzaran en el camino; hoy en día, patéticos prófugos de la justicia, y que cuerudamente se dicen llamar “exiliados”, cuando la definición exacta es la de prófugos de la justicia.

La opinión política es demasiado variable, muy lejana de coincidir con las mayorías, sobre todo cuando están mezcladas por el bombardeo mediático y emocional, que resulta siendo un eslabón fundamental para los planes del “globalismo” y del nuevo orden mundial, estos planes nos llevaran tarde o temprano a caminar en un valle de muerte y confusión, donde hermanos con la misma religión, ideología política y buenas intenciones, nos veremos obligados a luchar entre sí, creyendo tener cada uno la verdad absoluta, justificando nuestras posiciones y ataques; porque esto en realidad no es solamente una batalla política y social, es una espiritual, una del bien contra el mal, el dominio global de Satanás en contra de la obra y voluntad de Dios. Los lacayos de este nuevo orden mundial, que empieza a mostrarse cada vez más claramente, están dispersos por todo el orbe, conspirando y financiando el caos, disfrazando por “igualdad”, la supresión de la libertad y la moral, disfrazando como “defensa de los derechos humanos y minorías”, a su hambre insaciable de control y sometimiento de la voluntad humana; ese es el verdadero rostro del mal, del nuevo socialismo queriendo apoderarse de los países libres, erradicando sistemáticamente a los humanos con principios y valores reales, con ese sentimiento puro y legítimo cívico y de propiedad, llamado nacionalismo, patriotismo.

Resulta evidente, quienes son los que manejan un doble discurso, pregonando preocupación por Guatemala, pero sus acciones y palabras oficiales, fluyen descaradamente, inyectando intervencionismo, divisionismo, y terrorismo político internacional; los mismos que desde la Casa Blanca hablan de “paz y el derecho de Ucrania como país libre y soberano”, pero, al tomar sus decisiones resultan ser los mismos, que hace treinta y tres años invadieron y asesinaron civiles sin misericordia en Panamá, los mismos que ahora deciden enviar al gobierno títere de Zelensky en Ucrania, $ 33 mil millones en ayuda militar, tanques, artillería pesada; ¡de esa manera es como la  “gran nueva ramera de la mentira y del socialismo” habla de paz…!  Es conveniente recordar como, en nuestra lucha contra el terrorismo marxista, en medio del enfrentamiento armado interno, a Guatemala le congelaron todo equipo y ayuda militar, algo que se mantiene hasta el día de hoy, también es importante recordar, que obligan al Estado guatemalteco a pelear y poner los muertos en una guerra contra el narcotráfico, alimentada por su consumo interno (USA), protegiendo a los más grandes narcotraficantes del mundo, que no huelen a café colombiano, ni a frijol chapín, ni tampoco a tacos mexicanos, huelen a pura “hamburguesa gringa”. Hablan de proteger la libertad y soberanía en Ucrania, pero en Guatemala quieren imponer, desde el Fiscal General y Jefe del MP, magistrados, jueces y diputados, hasta el Presidente de la República, tal es el grado de descaro, que se pasan escupiendo todo nuestro sistema de justicia, al arrogarse la potestad de imponer el “status de exilados” a delincuentes prófugos de nuestra justicia, como Thelma Aldana, Juan Francisco Sandoval, Erika Aifan, genuinos vende patrias, que les sirvieron como fieles perros, traicionando nuestro país, por dinero y poder, convirtiendo el territorio de los USA, en la “gran casa de la ramera demócrata” , protectora de criminales, mentirosos y sin vergüenza alguna, ahora USA se ha convertido oficialmente el anfitrión de la escoria hispanoamericana.

Todos deben darse por enterados que Guatemala no es Chile, no es Venezuela, y mucho menos la Ucrania de Centro América, que mientras existan guatemaltecos, que amamos nuestra patria, nuestro territorio, que es nuestro hogar, que es nuestro templo, jamás permitiremos que la pobreza y la decadencia toquen nuestras puertas, disfrazada de socialismo, o de falsas luchas sociales, velaremos por que se cumpla nuestra Constitución, nuestras leyes, velaremos porque existan procesos electorales limpios y no se repita el fraude electoral pasado, que sea la mayoría de guatemaltecos los que decidan quienes llevaran las riendas del Estado, que elijan por voluntad al candidato presidencial que deseen, sin que utilicen maliciosamente las mismas leyes para vedarle el derecho a quien goza de simpatía genuina, quien no sea títere del globalismo y del intervencionismo.