
Visión Guatemala, Nearshoring
Del escritorio del General
“No espero sin embargo nada del presente: tengo la vanidad de no haber querido trabajar para el día de hoy; el tiempo es mi mejor amigo, en él confío y a él me someto, el decidirá en época no muy lejana acerca de los errores y desaciertos que se me atribuyen. El tiempo es nuestro juez.”
General Justo Rufino Barrios, 1880.
Ante las políticas económicas y cadenas de suministros que se plantean en esta nueva configuración del mundo, no podemos omitir la visión Trump, de hacer grande a su América, recordándole que americanos somos todos. Sin embargo, ante este viraje financiero y económico que se nos avecina no podemos seguir en un curso de colisión, como lo demuestran los políticos del momento, empecinados con sus sueños de estudiantes, neófitos en el quehacer estatal. No es conveniente que nuestros objetivos sean demostrar convicciones ideológicas, en torno si usamos falda o pantalón, sololatecos y escoceses lo corroboran, los desafíos son mas vitales ante un mundo incierto e inestable y nuestro enfoque debe centrarse en cómo afrontarlo, los movimientos culturales tiene su propio enfoque y ritmo, hay que darles seguimiento y atención, pero lo primero es lo vital.
El escenario mundial presenta elementos de lo volátil que puede ser el futuro y las consecuencias obvias del desarrollo, o bien de la conflagración social, como experimentamos con la crisis COVID, sin embargo la visión Trump nos da un enfoque en términos del escenario económico y financiero, escenario complejo en términos de una transformación productiva de la economía y la manufactura, a lo cual debemos de sumarnos y ser prospectivos en acondicionar nuestra maquinaria lucrativa para que pueda surtir los mercados mundiales. Esto representa inyectar desde el gobierno capitales que permitan el desarrollo empresarial en aquellas facetas de mayor competitividad. Con desengaño observo los planteamientos del nuevo Proyecto de Presupuesto nacional, y vamos por mas de lo mismo, incrementar a 25 mil millones la educación sin un fin de transformación en capacidades para nuestros estudiantes me parece absurdo y dilapidar nuestros recursos. En singular pretensión con la salud, si no se propone un cambio de modelo de prevención es dilapidar los recursos.
El primer análisis del enfoque presupuestario refleja la falta de objetivos claros de los congresistas y el ejecutivo, no hay una visión nacional de cambio radical, que es lo que prometen, como se necesita, similares condiciones se denotan en las asignaciones de seguridad, defensa y agricultura. Mas de lo mismo con discursos de faldas y pantalones. Los abordajes al cambio del diseño de crecimiento económico se tornan complejos, ante lo obtuso del pensamiento gubernativo en general, solo están enfocados en ellos y sus haberes, sin percibir la debacle que están generando, y que no clamen por la democracia, porque esta ya fue violada y mangoneada, al igual que la justicia.
El desafío está planteado, hay que subirnos al barco de la trasformación y desde mi parecer no hay escusas ni perdida de tiempo, o lo hacemos hoy o será muy tarde. Pero este desafío no es solo de orden presupuestario, el cual es vital para transformar el país a la competitividad y la tecnología. La competitividad no se da con leyes se da con líneas estratégicas de conducción, apoyando las inversiones en electrificación, minería, agroindustria y fortaleciendo la inversión en servicios. El debate es complejo, pero hay que dinamizarlo y ejecutarlo cuanto antes, ya no hay opciones de controversias, llego el tiempo de acciones positivas y delinear los caminos a la prosperidad nacional, esto es cuestión de actitud, liderazgo y disciplina.
El mundo se enfrenta a esta ambigüedad estratégica, que es primero, que es mas útil, el criterio que encabeza el criterio es eso, una nueva estrategia de sustitución de la cadena productiva, basada en la cercanía y el mejoramiento de la producción, abriendo nuevos senderos, para lo cual hay que preparar a nuestros ciudadanos y que no tengan que emigrar a otros territorios en búsqueda de oportunidades. Ya no necesitamos políticas de desarrollo social, necesitamos acciones de valorización y productividad, basta de tanta ambigüedad en los procesos de toma de decisiones, de conflagraciones legales y contubernios. De lo contrario, los ciudadanos consientes, sabemos lo que se necita y tendremos que actuar.
La economía no se maneja con leyes se actúa, las acciones de la SAT han llevado al incremento de la informalidad empresarial, y se ha convertido en la persecución empresarial, eso hay que terminarlo, no es viable sus pretensiones recaudadoras en contra del crecimiento empresarial, limitar la SAT es competitividad, para que exista equidad hay que invertir en tecnología, no en machetes y azadones. Burdas leyes malas que solo demuestran la inconsistencia del organismo legislativo, en su afán de demostrar que hacen algo, mejor fueran por dietas y a peticiones populares.
El escenario mundial está planteado, América continental puede ser el gran continente del paraíso, si hacemos lo correcto y si actuamos como estadistas, con liderazgo y disciplina.
Adelante con espíritu de vencedores.

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