IGNOMINIA GUATEMALTECA

La Otra Cara

La ignominia se refiere a una afrenta pública, deshonor o vergüenza que afecta la dignidad de una persona o grupo. Implica la pérdida de crédito y reputación, siendo sinónimo de ofensa, oprobio y deshonra. En la Biblia, significa descrédito y humillación ante los demás por acciones indignas, oprobio, infamia y deshonra causada por inmoralidad, deslealtad a Dios, o situaciones sociales. La deshonra colectiva no es un sentimiento individual, sino una construcción social que, al ser repetida en discursos, imágenes y políticas, modela identidades y destinos.

Ignominia, proviene del latín y significa afrenta pública; es decir, una ofensa o humillación o desaprobación ante decisiones o situaciones que afectan a un país, considerándolas motivo de burla. Un ejemplo es al referirse a la toma de decisiones en seguridad interna que generan esta sensación de «vergüenza nacional» o sentimiento que se proyecta sobre toda una nación o su gobierno, como un fracaso de valores o expectativas, o cuando es juzgada negativamente por sus hechos de corrupción, crisis políticas, o situaciones que expongan la vulnerabilidad de un país. Es en esencia, cuando una nación se avergüenza del Gobierno que considera indigno o deshonroso.

Los desafíos de seguridad que enfrenta nuestra Guatemala aunado a su ubicación geográfica estratégica (geopolítica de Guatemala) la convierte en un punto clave para el tránsito de drogas y migrantes hacia los Estados Unidos, y un enlace importante entre América del Norte y del Sur. Nuestro país enfrenta enormes desafíos debido a la corrupción, los grupos criminales, y el escaso control estatal en regiones clave, sumado al último fraude electoral y la imposición externa -que contó con complicidad del Tribunal Supremo Electoral tomado por una mafia de todos conocida-; de un gobernante inocuo, corrupto, incapaz y falto de credibilidad y aceptación por parte de la sociedad, lo cual ha repercutido en un estrepitoso fracaso en la seguridad y defensa nacional que seguramente tendrá graves consecuencias nacionales y regionales. El creciente deterioro de Guatemala hasta convertirlo en un narco estado populista sería estratégicamente desastroso para Estados Unidos y la región. 

Los dos principales carteles mexicanos, Sinaloa y Jalisco Nueva Generación (CJNG), operan con una gama fragmentada de grupos de guatemaltecos, en una dinámica que beneficia a los mexicanos y les da un interés en abonar la consolidación de las organizaciones criminales en Guatemala.

El cultivo de coca y los laboratorios para procesarla aparecen en áreas remotas del país lo que refleja la ausencia del Estado y la complicidad y contubernio en donde existe dicha presencia de altos dirigentes de los componentes de seguridad y defensa; lo que se puede comprobar con solo elaborar breves entrevistas en los lugares habituales en dónde han tomado control territorial dichas estructuras, y ha quedado evidenciada por el importante grupo Insight Crime, cuyas investigaciones sobre estructuras de Crimen Organizado en Latinoamérica han sido reconocidas y premiadas a nivel internacional por la rigurosidad de sus análisis y artículos especializados. Los incentivos para producir cocaína en Guatemala en lugar de contrabandearla o comprarla en Colombia, son crecientes y la institucionalidad de los organismos de Seguridad y Defensa está siendo corroída al más alto nivel e incluso a nivel Presidencial como ha sucedido en México y otros países de la región. 

El suelo relativamente fértil y las condiciones de crecimiento adecuadas, particularmente en áreas montañosas como San Marcos, ayudan a producir hojas de coca con un contenido relativamente alto de alcaloides, produciendo productos de mayor valor y las principales rutas de trasiego de drogas siguen involucrando narco pistas en el Petén, cruzando la frontera con Honduras hacia el sur, y contrabandeando por tierra hacia México, tanto a lo largo de rutas cerca de la costa como en el interior del país, caso Sololá por ejemplo. Los tránsitos de embarcaciones, incluidos los semisumergibles, desde la costa del Pacífico de Colombia y Ecuador, hacia Guatemala son frecuentes. 

Sumado a lo anterior la soberanía nacional ha sido mancillada constantemente en las cercanías del río Sarstún, en el departamento de Izabal, y en otra dirección la región montañosa de San Marcos, cerca de la frontera con México, se convirtió en el principal área para el cultivo de amapola y de heroína. 

Las incursiones recientes de grupos de narco terroristas mexicanos declarados como tales por el Gobierno de Presidente Donald Trump en La Mesilla, importante población del departamento de Huehuetenango en la frontera con México, así como golpes punitivos en la disputa por las rutas entre el Cartel de Sinaloa, sus contrincantes Jalisco Nueva Generación, y Chiapas Guatemala, realizados simultáneamente a lo largo de la frontera (en donde México cuenta con una carreta a lo largo de la misma que facilita esas penetraciones, y Guatemala carece de algo similar)  demuestran la poca importancia, que no sea noticiosa, dada por el ilegal Ministro Henry Sáenz a la soberanía nacional, ante el rechazo generalizado de la oficialidad guatemalteca comprometida con los más altos valores castrenses. 

Para intentar engañar a las autoridades de la administración Trump, ejecutan ordenes de aprensión con fines de extradición según investigaciones e información proporcionada por los mismos Estados Unidos, entregando ocasionalmente cargamentos de drogas fruto de la interdicción efectuada por información de fuentes norteamericanas; sin embargo, la producción de marihuana, heroína y la fabricación de drogas sintéticas, incluido el fentanilo, -debido a la demanda de tales sustancias en los EE. UU-. Ha crecido.

Guatemala se ha convertido cada vez más en un país de tránsito para los migrantes que pasan por el istmo centroamericano hacia Estados Unidos desde Venezuela, Ecuador, Haití, Cuba y otros países. La crisis de inseguridad es total pues aunque se intente maquillarla con estadísticas manoseadas, las actividades de los narcotraficantes y las pandillas terroristas en Guatemala, sumado al descontrol de las cárceles del país es axiomática.  

Al hacer un rápido recuento de factores que la acrecientan, podemos recordar los siguientes: 

1. Risitas Sáenz, en su afán de afianzarse al poder demostrando su falta de escrúpulos como Ministro de Defensa, decidió al inicio de la imposición presidencial acompañar a Arévalo en uniforme, en una marcha pública desde el Palacio Nacional hasta el Congreso de la República en abierta actitud política, no institucional, que vulneraba ostensiblemente la independencia de Poderes que sustentan nuestra República; el General Carlos Medina Juárez, en ese entonces Jefe del Estado Mayor de la Defensa optó por no acompañarlos en la marcha, respetando su calidad de soldado profesional. Por lo cual fue pasado a retiro por Risitas Sáenz, comprometido como está con el izquierdista impuesto como Presidente y aliado de tranzas corruptas. 
2. Ello sentó las bases para los ilegales y abusivos ascensos a Generales (afines e incondicionales por supuesto) que fueron una bofetada a la meritocracia militar, rompiendo con la ética y liderazgo positivo que es vital para el futuro de la Institución Militar.
3. La fuga “consentida”, de los principales cabecillas terroristas de la pandilla Barrio 18, cuyo listado y perfiles ya está en manos de los responsables asignados para el efecto por el Presidente Trump, fue una bofetada al mandatario estadounidense y a la sociedad guatemalteca. Ante el escándalo, el impuesto Arévalo facilito la fuga trepidante de su socio y amigo Francisco Jiménez Irungaray a quien impuso en el puesto de Ministro de Gobernación a pesar de ser conocido su exponencial fracaso en el mismo puesto durante la gestión de Álvaro Colom. “El fin justifica los medios” es el axioma de Arévalo. 
4. El financiamiento y apoyo de moneda dura (dólares) propiedad del pueblo de Guatemala a un banco venezolano para oxigenar  a su socio y enemigo del Presidente Trump, el chofer Nicolás Maduro Moro; la extracción de armas del Ejército para su venta a grupos de crimen organizado y desaparición de un subalterno de Risitas Sáenz, sin resultados hasta el momento; la violación de las leyes y reglamentos militares para seguir imponiendo al corrupto Sáenz, que en tono de burla hacia la oficialidad les grita que seguirá siendo impuesto ilegalmente durante todo el periodo de su socio Arévalo. 
5. El ataque al Destacamento Militar en Sololá, mientras él se encontraba supuestamente gozando de vacaciones y sus subalternos imploraban por municiones para sus armas tras muchas horas de asedio-, demuestra como se ha manipulado y debilitado la Inteligencia Militar -pues existen destacados y eficientes oficiales especialistas en el tema que seguramente hubieran previsto este escenario-, para ocultar la falta de liderazgo, experiencia, y sobre todo escrúpulos, del impuesto Ministro. 
6. La conferencia de Prensa del Director de Inteligencia Militar, seguramente presionado-, al declarar en el Congreso de la República que en Guatemala no existen Carteles de Narcotráfico (terroristas según el Presidente Trump) sirve de colofón para el titulo de este articulo destinado a abrir los ojos de los guatemaltecos, -y nuestros aliados estadunidenses en su versión al inglés que será publicada en medios de comunicación estadounidenses-, y evidenciar, qué es lo que espera a nuestra Guatemala en el 2026 y las repercusiones que tendrá para la región el hecho que actualmente Guatemala sea gobernada por criminales impuestos. Ignominia para el Pueblo de Guatemala. 

Con mis muestras de agradecimiento a mis lectores y respeto para los esforzados guatemaltecos, les deseo un excelente Año Nuevo con la omnipresencia de Dios nuestro Señor y Hacedor.

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