Mirilla indiscretaNacionales

Renaciendo en medio de la guerra

Mirilla Indiscreta

Hueso duro de roer, metiéndose para variar con el débil, para poder marcar la diferencia con ostentación y ventaja,

Afortunadamente, ya no es el tiempo de los Henry Kissinger, que a los 100 años de edad, cuando lo sorprendió la muerte, lúcido y brillante, hubiera hecho aparecer como patojos malcriados a sus sucesores.

Y porque no decirlo también, mediocres, a quienes no han podido leer el tiempo de los tiempos.

¡Kissinger abriendo las puertas anticipadamente, a la China multipolar!

¡Los bestias, poco ilustrados, haciendo acopio de su fuerza bruta para cerrárselas!

¡Ejerciendo el poder racional para dominar por la fuerza estratégica!

¡pero previendo, para el largo plazo, el inevitable mundo multipolar que se nos vino encima!

Con sistemas pre-capitalistas programados dentro de un nuevo modelo de capitalismo de estado cuya programación pura, compite con el chiste de socialismo de Estado que irracionalmente pretenden los neo socialistas de Estado como mala copia de socialistas de salón.

Los militares estadunidenses les permiten, estas elasticidades conceptuales, mientras mantengan la economía de guerra que dominan, sabiendo que saldrán de ellos, como es, en elecciones de otro signo. Político.

Sin embargo, la caída del imperio es inevitable e irreversible, está visto que la estupidez, en esta última etapa del imperio, fueron aliados inexorables de su propia destrucción.

La agónica situación de Guatemala en esta patriótica etapa, fue la muestra del desprendimiento lógico, de un país irrespetado por un imperio en crisis, que solamente de manera ruda puede imponer sus torpes ideas y decisiones.

Ejemplo de la torpeza del poder en manos de la plebe, es una señora con una cultura cocotera, que ya le juró lealtad y fidelidad a otra bandera, que no es la nuestra, y qué, por ignorancia crasa, piensa que el territorio soberano de Guatemala es extensión de california.

La equivocada escuintleca, de nacimiento, podrá aspirar a cualquier cargo político en los Estados Unidos, pero la señora Torres, aunque respetada por su origen, ya no lo es de la tierra del quetzal.

Guatemala en rebelión de la razón, es invencible, porque el poco dinero que usamos para su defensa, no lo robamos, a la supuesta ayuda extranjera, que sirve para satisfacer la ambición de los funcionaros que viven de la asistencia a los parásitos de la comunidad internacional.

Por esa razón nadie los respeta, por escorias, traidores y vividores de esa asistencia que hurtan descaradamente a los contribuyentes norteamericanos.

Está comprobado que la comunidad nacional, no les importa en lo más mínimo y tampoco frente a la traición de los vividores del erario estadunidense.

Mentirles a los guatemaltecos, para mantener confundida a la opinión pública internacional, también les importa un comino.

Saber que sepamos, que nos están mintiendo al pueblo de Guatemala, para mantener engañado y estafado pueblo estadunidense perversamente.

Esas razones son las que nos mantienen de pie, en rebeldía, para no rendirnos frente a ustedes, qué por su engaño, no son nadie.

Un fosforoso de dignidad nacional, para que todos los cobardes y vende patrias huyan en busca del calor imperial.

Dispuestos a defender los recursos mal habidos, que contaban con la protección imperial.

Conocidos forajidos se retrataban públicamente con el candidato interventor, y nada, de reacción, lo tácito se entendía, si estás con nuestro empleado, no importa que te sientes y retrates con quién te dé la gana.

¡El cinismo entre socios!

El día del viernes, fue tremendo, fugados de última hora hacían imprevisible la situación.

El diputado Taracena, con su innegable experiencia, daba el gran salto, de conservador, a camarada, no importando, que de a cinco centavos, asesorando la operación ¡Desesperación!

Bienvenido entre el tajo de oportunistas apátridas, recomendó que se hicieran enmiendas a todos los artículos, uno por uno, de la ley relativa al presupuesto.

El ridículo, no ha sido límite para los que nunca han tendido nada más que su disposición para subastarse.

Nunca sacaron más de diez votos, es lo que son, en sus ridículas muestras de fuerza política.

Los soberanistas se pusieron en control y al carajo los payasos… ¡Hasta que se les paró y terminó el circo!

¡Y el SOBERANISMO ganó la partida!

¡La amenaza y los dólares, su fetiche de la dominación! ¡Y se descararon los interventores!

¡Y en eso estamos!

¡La hora de los limosneros!

¡Qué nunca se acaban!

¡Y la hora de los patriotas!

¡Presente!

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Le invitamos a leer más del autor:

Danilo Roca (Edmundo Deantés)

Jurista, analista político, luchador por la libertad.