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La Posverdad o Falsa Narrativa

Una Guatemala Diferente Es Posible

La palabra “posverdad” fue introducida en el diccionario de la Real Academia Española, y se ha incorporado plenamente a nuestro vocabulario desde el año 2016 por lo que hoy, en el  mundo académico, hay un creciente interés por analizar este nuevo fenómeno y sus implicaciones para las democracias, especialmente cuando este se encuentra interrelacionado con otros componentes como lo son el populismo y la polarización, temas que trata con verdadero realismo y profesionalismo Moises Naim, en su libro La Revancha de los Poderosos.

El diccionario de la Real Academia Española define la posverdad: Como la “distorsión deliberada de una realidad, que manipula creencias y emociones con el fin de influir en la opinión pública y en actitudes sociales”. Hay tres elementos clave en esta definición:

  • En primer lugar, su relación con la mentira, entendida como una narrativa falsa que distorsiona la realidad, por lo que la convierte en una práctica manipuladora.
  • En segundo lugar, la intencionalidad, lo que significa que para que haya posverdad ha de existir un agente manipulador que, deliberadamente, difunda esa realidad distorsionada para influir en la opinión pública, en la mayor parte de los casos esto sucede en el ámbito político.
  • En tercer lugar, el hecho de que esta práctica se dirija no solo a las creencias (o pensamientos) de los ciudadanos, sino especialmente a sus emociones, que son las que más movilizan el comportamiento humano.

Es importante indicar que estamos ante la presencia de un mecanismo muy nuevo y complejo, los políticos siempre han mentido y no van a dejar de hacerlo, pero la diferencia estriba en que la posverdad va mucho más allá de una simple mentira, al utilizarla los políticos no se limitan a repetir una mentira, sino que niegan de entrada la posibilidad de que esta pueda verificarse o criticarse racionalmente, por lo que el principal objetivo de la posverdad no se limita a convertir mentiras en verdades, sino su intención a detalle se centra en enturbiar las aguas hasta lograr hacer difícil distinguir la diferencia entre verdad y falsedad.

Como sociedades estamos caminando por una senda muy peligrosa en que la verdad deja de existir especialmente en el entorno político y se difumina en la realidad, apareciendo la posverdad como una narrativa falsa creíble; al final políticos manipuladores siempre van a existir e ir en busca del éxito de la posverdad o falsa narrativa, porque el éxito de esta, es su éxito en lo personal, y si a esto le sumamos la utilización y difusión en los medios de comunicación, internet y las redes sociales utilizando un sin número de plataformas digitales como caja de resonancia, medios que retroalimentan este fenómeno, retroalimentación que está logrando que la posverdad se convierta en una narrativa falsa creíble y que sus efectos se incrementen cada día mucho más y compliquen la armonía y el equilibrio en las sociedades.

La narrativa falsa o posverdad en el diario vivir se convierte en uno de los mayores riesgos para los sistemas democráticos de todo el mundo al hacer creer la mentira como verdad irrefutable.

AL RESCATE DE GUATEMALA.

GUATEMALA NECESITA DE SUS MEJORES HOMBRES Y MUJERES.

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