
La Fed y sus “tasas neutrales”
Idealis Mundi
Las tasas de interés deberían ser determinadas por el mercado, según sus necesidades, para trabajar con eficiencia, y distribuir de manera eficaz los recursos financieros de la sociedad, repartiendo el capital entre los distintos actores de acuerdo con el resultado de sus inversiones. Por caso, un empresario que logre una TIR del 10% estaría dispuesto a pagar un 5% de interés con tal de expandir su negocio, atrayendo a aquellos inversores que no logran conseguir el 5% por sus capitales.
Y, ciertamente, es la sociedad -el mercado- la que determina, finalmente, en dónde se debe invertir. Por ejemplo, si se necesitan más zapatos, aumenta la demanda provocando una subida de precios que habilita una mayor TIR a los fabricantes. Este mecanismo natural virtuoso, hace que las necesidades más básicas, ergo, más demandadas -como la comida, la salud, etc.- sean las primeras en cubrirse con la mayor eficacia posible. Entendiendo por eficacia, el mejor abastecimiento con la mejor relación calidad/precio.
Pero hoy las tasas son, básicamente, determinadas por organismos estatales -muchas veces por razones puramente políticas- como los bancos centrales, para sus monedas, que son monopólicas por la sencilla razón de que necesitan de ese monopolio para poder financiarse y subsistir.
Por cierto, si los Estados compitieran en el mercado como cualquier empresa privada, acabarían desapareciendo, quebrando, dada su intrínseca ineficiencia en todas las actividades que desarrollan. Ineficiencia que surge del hecho de que no ganan por servir mejor al público, con mejores productos y servicios, ni corren el riesgo de quebrar por mal desempeño, sino que obtienen coactivamente (por vía impositiva) los recursos que caprichosamente se les antoja. Irónicamente, si un impuesto baja, lo llaman “costo fiscal”.
De todas las tasas en el mundo, sin dudas la más importante es la que fija la Reserva Federal de los EE.UU. (Fed), dada la hegemonía del USD en el mundo como consecuencia de ser la primera potencia económica.
Hoy, el nivel llamado “neutral” —una marca teórica que ni ayudaría ni obstaculizaría la actividad económica— para las tasas de interés estaría rondando el 4%, aproximadamente, en línea con donde la Fed las ha colocado en su última reunión, según opinión de muchos analistas.
Los funcionarios de la Fed, por su lado, han estimado que la “neutral” es del 3% y han presentado proyecciones para descender a este nivel en 2028. Este banco central redujo su tasa de referencia de fondos federales en 25 puntos básicos a un rango objetivo de 4,00% a 4,25% a principios de este mes, entregando su primera reducción desde diciembre.
Durante esta última reunión del FOMC (Federal Open Market Committee de la Fed) la decisión no fue unánime. El recién nombrado gobernador Stephen Miran emitió el único voto disidente, argumentando a favor de un recorte más profundo de 50 puntos básicos. Su llamado «punto» en la perspectiva de tasas de la Fed fue el más agresivo, proyectándolas tan bajas como 2,875% para finales de 2025, muy por debajo del consenso de sus colegas.
Las proyecciones actualizadas publicadas después de la reunión mostraron que la mayoría de los responsables de la política monetaria esperan dos recortes más en 2025, subrayando el cambio de la Fed hacia el apoyo a un mercado laboral en enfriamiento mientras mantiene un ojo en la inflación (subida del IPC, en rigor) persistente.
En su rueda de prensa, el presidente de la Fed, Jerome Powell, afirmó que la política monetaria de la Fed sigue siendo restrictiva a pesar del último recorte de tasas, refiriéndose a una postura de política monetaria que busca restringir la actividad económica y reducir la inflación.
En otras palabras, estos burócratas, al ser incapaces de trabajar en tiempo real deciden con anticipación tasas o muy altas o bajas, para cubrirse, provocado o una recesión o un repunte de la inflación. Por cierto, dicho sea de paso, quienes niegan que el mercado es necesariamente un “mecanismo” que trabaja naturalmente en tiempo real no pueden explicar el hecho de que los precios no son otra cosa que un transmisor de información.
En el caso que vimos, si la sociedad necesita zapatos, aumenta su demanda subiendo el precio y este precio llama la atención de otros empresarios que inmediatamente se vuelcan a producirlos. Si no trabajara en tiempo real, para cuando el precio suba, y los empresarios decidan aumentar la producción, encontrarían un mercado saturado provocando pérdidas a todos.
En fin, las proyecciones de la Fed mostraron que la mayoría de los responsables de la política monetaria suponen que la economía se expandirá un 1,6% este año, por encima del pronóstico de junio. Se prevé que la tasa de desempleo a fin de año sea del 4,5% y la inflación (suba del IPC, en rigor) subyacente del 3,1%. Y ahora no se prevé que las subidas de precios se desaceleren hasta el objetivo del 2% de la Fed sino hasta 2028.

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