Columnas

Un futuro incierto

Guatemala Al Rescate

El lago de Amatitlán se está muriendo debido a la contaminación de sus aguas, de acuerdo con una investigación de un medio de comunicación el lago ha perdido el 95% de profundidad y los próximos 75 años son claves, o se rescata o se convierte en pantano.

A este lago no solo llegan las aguas servidas de al menos 14 municipios del Departamento de Guatemala, sino que también basura, es una cantidad de agua inimaginable contaminada que se le inyecta al lago de Amatitlán todos los días, en época seca ingresan hasta 700,000 litros de agua contaminada con heces, residuos industriales y domésticos, y en la temporada de lluvia llegan hasta 200,000 litros por segundo, y esta es también  una responsabilidad compartida entre las 14 municipalidades que han contribuido al deterioro ambiental del lago y no han hecho absolutamente nada por abordar una solución.

Resulta increíble que durante décadas se ha invertido cualquier cantidad de millones de quetzales en programas y proyectos que dicen que servirán para  rescatar el lago pero la realidad es que ese dinero se ha convertido en un botín para ladrones y corruptos, el esfuerzo tiene que ser para rescatar el lago y si eso implica procesar a los alcaldes y sus consejos municipales por no cumplir con la tarea de implementar plantas de tratamiento de aguas y recolección de basura pues habrá que hacerlo ya que la recuperación del lago de Amatitlán es una necesidad y una urgencia, porque en un futuro no muy lejano, este mismo lago puede servir para abastecer de agua a la ciudad capital y poblaciones cercanas.

La realidad es que en todo el territorio nacional la situación es igual de dramática, los ríos se encuentran contaminados en un alto porcentaje, hay una depredación de la fauna y de la flora impresionante y en muchos de los casos la depredación de la selva y parques nacionales es producto de actividades criminales ya que los carteles del narcotráfico contratan personas para invadir áreas protegidas, las que a su paso depredan y queman para poder construir pistas clandestinas y operar desde estos lugares, de igual manera una gran mayoría de los municipios del país, si no es que todos,  desfogan las aguas negras a los ríos sin contar con plantas de tratamiento, responsabilidad directa de los alcaldes y sus consejos municipales y por último, en su gran mayoría, las invasiones a las fincas que son propiedad privada, tiene como objetivo depredar la madera y los cultivos en un período de 6 meses a un año y después dejar asentadas pocas familias habiéndose robado los dirigentes de esas invasiones una gran cantidad de dinero producto de esa actividad ilegal y de la depredación que hacen de maderas y cultivos.

Un ejemplo a seguir por las municipalidades o las colonias con sus juntas directivas, es el del  Residencial Santa Rosalía, Km 12.5 Carretera a El Salvador, en donde la Junta Directiva de la Asociación de Vecinos con la asesoría de la Municipalidad de Santa Catarina Pinula definieron un plan con puntos estratégicos de captación de agua  en toda la montaña que le corresponde a Santa Rosalía y colocaron pozos de absorción de agua aprovechando los inviernos copiosos para realimentar el manto acuífero, de igual forma están promoviendo la siembra de árboles para que se mantenga la flora y la fauna que es muy grande y variada en esta área, además, se está iniciando con un proceso de investigación en las residencias del sector para verificar que todas y cada una de ellas tengan su propia planta de tratamiento de aguas negras y su pozo de absorción para evitar la contaminación del mismo residencial, a eso se le llama responsabilidad social.

Por lo que resulta necesario pedir a los diputados, que exijan a los alcaldes y sus consejos de los departamentos que ellos representan, que, estos empiecen a trabajar con responsabilidad en el tema del cuidado de las cuencas de los ríos y lagos, instalando plantas de tratamiento para las aguas negras, plantas para  el tratamiento de la basura y trabajen en la reforestación de sus áreas geográficas  para que las futuras generaciones tengan un lugar en donde vivir, porque de seguir a este ritmo de destrucción y de contaminación va a ser insostenible garantizar los caudales de agua necesarios para la población y si no hay agua, no hay vida y seguro,  grandes extensiones de nuestro territorio se convertirán en desierto.

TEXTO PARA COLUMNISTA

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