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El tremebundo tráfico vehicular en Guatemala

Lugar Hermenéutico

Circular en vehículo por la ciudad de Guatemala, sus municipios aledaños, así como las principales cabeceras departamentales y algunas municipales en el país, se ha convertido en un verdadero pandemonio.

El nivel de desorden, por no decir desmadre, de la falta de planificación y ordenamiento territorial en todos sus órdenes, nos está pasando una factura sumamente cara, en términos de económicos, pero sobre todo en la calidad de vida de los ciudadanos.

En promedio, trabajadores de la ciudad y sus alrededores, así como los estudiantes de los diversos niveles, desde párvulos, hasta universitario, pasamos como mínimo tres horas diarias en el tráfico, pasando de cola en cola a cualquier hora del día, sin la menor esperanza de tomar transporte público, pues casi no hay, y el que existe, es sumamente escaso o de pésima calidad, como tampoco pretender caminar, dado el riesgo de ser asaltado.  

En 30 años, el grupo que ha manejado los recursos de la Muni-Guate, desmantelo prácticamente toda la infraestructura del transporte urbano, para abrir paso al monopolio del Transmetro, que no llega ni siquiera a cubrir el 10% de las necesidades del transporte urbano en la ciudad, así como impulsar el otro gran foco de corrupción como el Trans-Urbano.

El famoso Metro, del que se volvió a hacer uso para temas de campaña, es un discurso que se ha utilizado por más de 20 años, sin que a la fecha se cuente con estudios serios sobre su viabilidad y factibilidad, para hacer las respectivas licitaciones internaciones que permita su adecuada financiación, sin compadrazgos ni amiguismos, que por fin le den vida, a un modelo de transporte que ha comprobado ser de los más eficientes en las ciudades donde se ha implementado desde hace siglos.

El primer metro se construyó en Londres, en 1863, sin embargo, muy lejano en años, como a la forma de en qué se responde, la respuesta tradicional que la Muni-Guate ha dado al problema del congestionamiento vial, ha sido la construcción de pasos a desnivel, cuyo único fin es el trasladar un flujo vehicular de un lado de la calle al otro.  Ojalá, por fin se comprenda que no necesitamos más pasos a desnivel para las constructoras de una camarilla mafiosa en el poder, necesitamos sistemas de movilidad urbana eficiente y sostenible, que propicie el crecimiento y productividad económica de la ciudad de Guatemala y municipios aledaños.

Presidente Arévalo, con su ascensión se despierta el entusiasmo y esperanza en la ciudadanía, esperamos su oportuna intervención en este tema, que vaya más allá de una promesa de campaña.

El metro de la ciudad de Guatemala, debe ser una de las prioridades en su gobierno, en al menos cuatro líneas que integren las entradas principales a la ciudad, cuyo modelo macrocefalico de Desarrollo, nos ha llevado a diferentes niveles de caos, y que, en este caso, están socavando la tan golpeada calidad de vida de esta sociedad.

Del Modelo macrosefalico, podemos hablar otro día, lo que ahora mismo es urgente, es iniciar con los estudios que hagan posible el metro en la ciudad de Guatemala, pero un metro de verdad, como lo hicieron recientemente en Ciudad de Panamá y ahora mismo en San José de Costa Rica y en Bogotá.  Aunque como en la mayoría de los temas importantes, vamos siglos tarde, más vale tarde que nunca.

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