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¿Kamala o Donald? ¿Quién nos dará tranquilidad?

Sueños…

A pocos días del desempate gringo

Solo faltan quince días para conocer el resultado de las elecciones presidenciales de Estados Unidos. La superpotencia, muy debilitada, está en la encrucijada más oscura de la historia. No sabe que camino seguir, apoyar una dictadura militar que se imponga con violencia ante los grandes retos internos y externos que se le presentan como definitivos.

Internamente, pareciera que si gana Trump varios Estados se resistirían a dar marcha atrás con las conquistas de derechos humanos conseguidos tras largas jornadas de lucha. Sí gana Harris, los Estados con visión conservadora podrían resistirse a respetar el liderazgo de una mujer, especialmente con el prurito de no ser blanca.

El resultado final puede ser la separación o independencia de unos Estados u otros de la unión norteamericana. Será el fin de los Estados Unidos, surgirán dos alianzas de Estados, o más bien surgirán muchos Estados independientes conviviendo con lo que quede de la antigua Unión “Americana”.

Sin duda la división entre conservadores y progresistas abre grietas que generan muchas dudas. Por otro lado, la debilidad económica de algunos sectores productivos frente al creciente poder competitivo de China generan desencanto interno. Las amenazas de inflación, desempleo, y la deuda pública que tiene al gobierno central al borde de la bancarrota nos auguran un final incierto.

A solo 15 días del final del proceso electoral las encuestadoras, en promedio, siguen dando resultados muy reñidos. Aunque, dentro del margen de error, Kamala sigue liderando levemente. Y el siguiente gráfico indica que no hay nada claro en las encuestas, en los últimos días Harris se ha estancado, no gusta entre latinos ni musulmanes, no atrae a muchos jóvenes. Trump está aumentando su presencia mediática. Su discurso de eficacia en el gobierno para resolver los problemas de inflación, desempleo y competitividad tienen atractivo y su idea de dejar que China y Taiwán de desgajen solos, y que Europa se confronte a sí misma desangrando totalmente a Ucrania.

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Fuente: https://www.nytimes.com/es/interactive/2024/espanol/estados-unidos/encuesta-elecciones-presidencial.html

Llama la atención la tendencia del promedio de encuestas desde principios del año. En donde Trump aparecía siempre con ventaja sobre Biden y los demócratas. Y aquí pasó un imponderable, Trump y sus asesores sabían que arrollar a Biden en el debate del 23 de junio le abriría una alameda de gran ventaja. Trump humilló a Biden ese día, lo mostró como un anciano lleno de dudas y falto de memoria, incapaz de hacerle frente a la verborrea del contrincante. Fue de tal magnitud la trompeada que la ventaja en las encuestas a favor del republicano creció. Todavía hoy Trump se arrepiente de infligir tamaña humillada. Ya que prendió las alarmas en los demócratas que vieron que su partido iba a caer en forma contundente en noviembre, y se movieron como nunca para cambiar un candidato de última hora. Y encontraron la lideresa capaz de unir a un desordenado partido y darle nuevos ánimos. El resultado es incierto, pero Harris le dio vida a los demócratas que han podido remontar el resultado adverso. Trump y sus asesores están arrepentidos de no haber visto que ese 23 de junio tenían que ganarle a Biden por la mínima, para vencerlo con facilidad a un mes de las elecciones. El 5 de noviembre veremos la profundidad del error táctico de vapulear y matar a un candidato débil.

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Fuente: New York Times, 13 octubre

El gráfico anterior muestra que después del 27 de junio, todo parecía sonrisas y delirio en las campañas republicanas, a cada momento aumentaba su ventaja. Pero, los demócratas tuvieron tiempo de enderezar la nave y se atrincheraron tras Kamala, estrechando las diferencias y superando, en encuestas, a Trump. Por supuesto el resultado final se sabrá hasta el 5 de noviembre.

¿Quién será mejor para nosotros, los del istmo?

Fuera de sesgos de fanatismo ideológico, gane Trump o gane Harris ambos serán solamente el líder visible de un imperio financiero que controla el mercado mundial; que poseen junto a Israel el mayor potencial militar de alta tecnología, capaces de bombardear y destruir cualquier pueblo del mundo; con elevada capacidad de detectar y asesinar líderes visibles de cualquier antagonista verdadero; en fin, quien gane será la cara visible de una estrategia de control financiero, militar e ideológico del mundo.

¿Qué podemos esperar los centroamericanos?

Si continuamos con la modorra y somnolencia tradicionales, nada. Harris o Trump nos mirarán como un patio trasero proveedor de materias primas y mano de obra barata, gobernada por terratenientes, intelectuales y comerciantes sin visión estratégica de nación o de república. La política del gobierno gringo seguirá su tradicional política de control militar, comercial y migratorio. Manteniendo sociedades sin desarrollo controladas para que no generen problemas excepcionales. Ni Harris, ni Trump son nuestros amigos o socios, somos parte de su zona inmediata de control.

Para progresar como región, debiéramos progresar como países. Y, en Centroamérica, México apenas está despertando; Costa Rica es la democracia más madura con pequeños rasgos de regresión; El Salvador con un liderazgo que pretende generar un Estado de progreso; el resto no se ve con claridad su futuro.

Los grandes temas del istmo para el liderazgo gringo

1               El problema migratorio

Como a la mayoría de países desarrollados de occidente, la masiva migración del sur, resultado del saqueo de los recursos del tercer mundo para el desarrollo capitalista de occidente generaron masas de personas desnutridas, sin educación y sin opciones laborales en sus territorios. La única forma de estancar la migración sería generar repúblicas democráticas que sean lideradas por patriotas visionarios que generen por medio de la inversión en educación y salud de calidad opciones de cambios laborales para millones de personas hoy desplazadas de la cultura.

Solamente la reforma agraria, generando miles de pequeñas y medianas empresas agrícolas, junto con la apertura de inversiones en empresas de alta tecnología pueden ser la opción de detener la masiva fuga de la miseria.

2               El aborto

La discriminación tradicional de la mujer, sus escasas oportunidades de acceso a la educación, puestos gerenciales o centros de poder, generan el abuso de mujeres que oprimidas son preñadas, en muchas ocasiones en contra de sus deseos. Eso equivale a un planteamiento del derecho al aborto que tiene que abordarse desde puntos de vista científicos y sociales, permitiendo a la mujer tomar sus propias decisiones. De lo contrario, el crecimiento poblacional sin cuidados de ternura, financiamiento de alimentación y educación, continuarán generando masas de gente sin futuro, proclives a las drogas, el alcoholismo y la degeneración.

3               El mercado de la drogas

El gigantesco mercado de drogas en Estados Unidos, en donde se trasiega el 80% de las drogas, en donde se lava el 85% del dinero en el mismísimo sistema financiero avalado por Wall Street, es una fuente de ingresos y empleo para la economía de Estados Unidos y de Europa, al mismo tiempo que es un gran problema de salud y masas de dinero utilizadas para el ocio con elevadas tasas de pobreza y de salud.

Al mismo tiempo, los carteles de droga de América del sur del río Bravo son un riesgo de seguridad para gringos y otros americanos. Detener este tráfico es complicado por ser parte de la cultura y la economía de Estados Unidos, y una fuente de ingresos y liquidez para todos los países que participan en un mercado clandestino, que obviamente sí es conocido por las autoridades de uno y otro lado de las fronteras.

4               El mercado de armas de los países desarrollados

La existencia de carteles y otros grupos armados, legales e ilegales, en la región son una fuente de ingresos no despreciable para las grandes industrias de armas de occidente. Por supuesto el gran negocio son las confrontaciones entre naciones o grupos nacionales. Pero, el narco es caja chica de la industria de armas, que anualmente provee de abundante material en metralletas, pistolas, revólveres y hasta bazucas a los grupos organizados del crimen. Ni el Tren de Aragua, ni los carteles mexico-colombiano-centroamericanos, etc. Son capaces de producir armas, pero tienen liquidez para adquirirlas en el mercado gringo, especialmente, aunque Rusia, China y los europeos tienen su tajada.

5               La corrupción

El debilitamiento de los Estados de la región, aliados de los poderes de Estados Unidos es otro dolor para los gringos. Es que la doble moral, aquí actúa también. La compra o amenaza al poder judicial, policíaco, militar, ejecutivo o legislativo ya tiene su historia. A la larga, sin embargo, la debilidad de los Estados genera una incertidumbre y desorientación que puede volverse inmanejable.

6               La débil respuesta de los gobiernos a los problemas

Gobiernos que se vuelven más corruptos e ineptos, generan un clima de ingobernabilidad y descrédito que tienden a generar sociedades en donde la solución de los problemas se vuelve un tema de defensa personal, generando un clima de inseguridad y desconfianza que hunde a los Estados. En este caso el Estado gringo viene latinoamericanizándose, responden cada vez más a los intereses de los conglomerados financiero, armamentista, petrolero que a los intereses de los ciudadanos comunes y corrientes, dando la sensación de ineficiencia administrativa.

Cada nación o Estado labra su futuro

De acuerdo a su historia y su cultura cada nación labra su propio futuro. Aunque la tendencia sea muy torcida siempre es posible dar un giro para el bienestar de la mayoría, que es el camino del progreso.

Para citar solamente dos casos, en donde se muestra que un país puede progresar o retroceder por decisión de sus grupos dirigentes y sus pueblos. Con información del Banco Mundial, vemos que Guatemala es la mayor economía de Centroamérica en términos de población (17,6 millones en 2023) y actividad económica (con un PIB de 104.400 millones de dólares en 2023). A raíz del sueño de sus habitantes, el país ha experimentado un crecimiento estable, con un promedio de 3,2% entre 2014 y 2023, muy por encima del promedio de América Latina y el Caribe, respaldado por una gestión fiscal y monetaria prudente. Se proyecta que el crecimiento alcance el 4,0% en 2024.

Sin embargo, este crecimiento económico no se ha traducido en una reducción significativa ni de la pobreza, ni del hambre, ni de la falta de educación para la mayoría. En 2023, el 55% de la población vivía en la pobreza y la economía informal representaba el 49% del PIB, con el 71,1% de la población empleada trabajando en el sector informal. Un panorama oscuro.

Un país con potencial, con muchas heridas históricas que depende solo de sí mismo para intentar convertirse en una república democrática.

El Banco Mundial nos indica que Costa Rica ha sido, en muchos sentidos, una historia de éxito en materia de desarrollo. Miembro de la OCDE desde 2021, ofrece una trayectoria única respaldada por una larga tradición de estabilidad democrática e institucionalidad, al tiempo que se ha ganado la reputación de estar a la vanguardia de los resultados de desarrollo verde, siendo el primer país tropical del mundo en haber revertido la deforestación.

El país ha logrado todo esto al mismo tiempo que avanzaba para fortalecer sus fundamentos macroeconómicos, con un crecimiento promedio de más del 3,0% en la última década, que alcanzaría el 5,1% en 2023, superando las expectativas.

A pesar de estos sólidos cimientos, el modelo de desarrollo hasta ahora enfrenta amenazas importantes. La desigualdad es alta. Con un coeficiente de GINI de 46,7 en 2023, Costa Rica se encuentra entre los países miembros de la OCDE más desiguales.

Todos confiamos, que como siempre, el pueblo tico logrará ver mejor los senderos del futuro para seguir siendo un ejemplo en el mundo.

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Cristobal Pérez-Jerez

Economista, con maestría en política económica y relaciones internacionales. Académico de la Universidad Nacional de Costa Rica. Analista de problemas estratégicos, con una visión liberal democrática.

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