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Altos precios de las medicinas y como defender lo indefendible 

Barataria

Hace un tiempo, el Diario La Hora publicó un artículo en el cual se denunciaba y dejaba al descubierto el altísimo costo de las medicinas que se venden en Guatemala.  Lamentablemente, este tipo de noticias no hace eco, porque pronto se apresuran ciertos sectores a acallarlas. Sin embargo, dejó muy claro que la diferencia que en muchos casos el mismo medicamento de la misma marca y presentación, en países como El Salvador y México, puede llegar a costar hasta un 300% menos de su valor en el mercado local.   Este artículo y su repercusión provocó una álgida reacción por parte de  COGREFARMA, es decir el Comité Gremial de Distribuidores de Productos Farmacéuticos y con ello resulto que algunos de sus dirigentes buscaron espacios en medios de comunicación digitales y radiales para “explicar” a la población guatemalteca que, curiosamente “solo en Guatemala” las medicinas tienen un altísimo costo a diferencia de toda Centroamérica y México.

No es la primera vez que esta polémica se da y tampoco es la primera vez que se trata de “apachar el clavo” dando explicaciones que en realidad defienden lo indefendible.  Basta con ver unos pocos productos que muchos guatemaltecos deben consumir diariamente por enfermedades crónicas para saber cómo enfrentan los ciudadanos sus dolencias y considerar si  su salario como mucho les alcanza para comprar las medicinas para subsistir a la enfermedad.   Por ejemplo, un producto consumido por los guatemaltecos es el Jardiance, medicina utilizada para tratar la diabetes en presentación de 30 capsulas para tomar una diaria, es decir una caja para cada més, este producto mientas que en Guatemala cuesta Q. 1021.00; en el Salvador costaría, en quetzales Q. 374.00 y.  en Costa Rica costaría, en quetzales Q. 736.00.   En tanto que un producto como el Exforge 5/160 utilizado para problemas de presión arterial alta, en Guatemala cuesta Q. 750.00, en tanto que en el Salvador cuesta el equivalente en quetzales de Q. 324.00, en México el valore en quetzales sería de Q. 390.00, en Costa Rica sería su precio en quetzales Q. 280.00. 

En efecto, en Guatemala si un ciudadano tiene problemas con la presión arterial y además padece de diabetes esta condenado a comprar medicinas como el Jardiance y Exforge, que sumarían un total de Q. 1,771.00 solo en ambos medicamentos es decir que estaría condenado a gastar casi la mitad de su salario mínimo para tratar ambas enfermedades.  En tanto que en países como El Salvador para citar un ejemplo, una misma persona gastaría el equivalente a Q. 700.00 y eso, si no encuentra alguna “oferta” de estos medicamentos que le descuentan aún más.   No es la primera vez que sabemos de muchos guatemaltecos que acuden a El Salvador o México para comprar medicinas, ya que por el costo que representa les resulta mucho mas cómodo viajar hasta la frontera y pasar al otro lado para comprar puesto que en Guatemala las medicinas están a precios exorbitantes. 

Sin embargo, al escuchar a las farmacéuticas, a los distribuidores de medicinas hablar con tanta gala de conocimientos vagos en realidad y argumentar sobre las razones por las cuales, en Guatemala están caras las medicinas, encabrita aún mas a los ciudadanos porque defienden lo indefendible.  Entre los argumentos falaces y mentirosos, engañosos y cínicos, como, por ejemplo: La cadena de suministros, la clase de medicamentos, impuestos, costos regulatorios y hasta ineficiencias administrativas.  Todo esto, en realidad es una sarta de mentiras puesto que los señores de COGREFARMA, es decir el Comité Gremial de Distribuidores de Productos Farmacéuticos, tiene un verdadero “pacto de corrupción” con el Estado Guatemalteco, cuyos gobiernos les protegen sin más para que ellos lucren con la salud y la vida de los guatemaltecos.

En efecto, los señores farmacéuticos y distribuidores de medicinas de Guatemala llegan al cinismo de indicar que “el Producto Interno Bruto, incide en el precio de las medicinas”.  ¿Leyó bien?, el PIB incide en que las medicinas tengan un alto valor según los farmacéuticos y ellos dicen que, en Guatemala se importa a un precio mayor porque aquí Guatemala es un país con un PIB mayor que en el Salvador.  O sea que para que nos vendan medicinas somos “el país más rico de Centroamérica” y todos los guatemaltecos tenemos un ingreso per cápita (por persona) mayor que nuestros vecinos de el Salvador y por ello, nos venden caro y compramos caro.  Lo que no saben explicar es cómo en México, Suramérica (en Argentina el exforge cuesta, en quetzales Q. 256.00) o Europa (En España el Exforge, en quetzales cuesta Q. 145.00) que tienen un mayor PIB que Guatemala también las medicinas están a un precio mucho más bajo que en nuestro país.  O sea que esta explicación es simplemente una mentira y en realidad, una estupidez decirla cuando no tiene sustento de ninguna forma.

Otra argumentación, igualmente cínica y mentirosa de los farmacéuticos y distribuidores de medicinas es que, existen factores como subsidios que se dan en países europeos por lo que las medicinas allí son más baratas que en Guatemala.  Esta mentirilla se ha dado en muchos casos, de hecho, cada vez que entrevistan a estos personajes resultan alardeando de subsidios para indicar porqué en países como España hay medicamentos más baratos.  Pero en realidad, si bien la salud subsidia medicina, en realidad su costo baja mucho más.  En efecto, con conocimiento de causa puedo indicar que, en España por ejemplo, medicamentos como el Exforge 5/160 sin subsidio tiene un costo equivalente a Q. 145.00, ya que, subsidiado por el sistema de salud, su costo es el equivalente a Q. 60.00 es decir que la mentira del subsidio no es real.  Quizá algo que continúa encareciendo las medicinas en Guatemala y cuyo crédito a la explicación debe dárseles es que el IVA en los medicamentos encarece mas el precio y es una tarea pendiente del gobierno y diputados quitar el IVA a las medicinas y todo lo relacionado con la educación. 

Al final, podríamos continuar contraargumentando todo lo que los farmacéuticos y distribuidores de medicinas han indicado como una forma para continuar “haciendo su agosto” todo el tiempo. A ciencia y paciencia del gobierno de turno (todos son iguales en lo mafioso para lucrar con el dinero público en el sistema de salud), un sistema de salud que permanece colapsado todo el tiempo, los 365 días del año y un presupuesto que se consume sin que haya mejoras, plantean un escenario verdaderamente deprimente en cuanto a salud se trata.  En Guatemala ni la Salud Pública que dirige en Ministerio de Salud, ni la salud que presta el IGSS son de buena calidad, van de mal en peor y, pese a consumir millones de quetzales, por lo general compran medicinas más caras que incluso los precios que ya se venden en el mercado local y que de por sí, son mucho mas caros que en otros países.  No es de extrañar que, la incidencia en necesidades de salud, haga que en Guatemala las farmacias sean el “negocio de moda”.  Es difícil explicar cómo en muchos lugares del país, se pueden encontrar hasta dos, tres o cuatro farmacias en una sola calle.  Tampoco es explicable cómo en una carretera de las tantas que hay en el país, se pueden encontrar hasta cinco farmacias en un recorrido de unos quinientos metros.  

La única respuesta que se tiene y que todos los farmacéuticos saben es que, a un producto medicinal le ganan hasta el 200% del valor de su costo y por ello eso siempre es buen negocio, ya que la rentabilidad es altísima.  De por sí el costo de las medicinas es alto, pero en Guatemala es impensable enfermarse, no solo porque no hay un sistema de salud eficiente, sino que los hospitales están en verdaderos trapos de cucaracha, tanto así que no resulta raro que cuando alguien lleva a un familiar a una emergencia en un hospital nacional salgan los valientes médicos a suplicarle que vayan a la farmacia a comprar desde guantes, hasta el hilo, porque en la farmacia del hospital no se tienen estos medicamentos.

Así las cosas, en tanto el gobierno no le importa la salud de los guatemaltecos y en realidad no solo eso sino muchas otras cosas y que además de ello no ponga un alto a la especulación y encarecimiento de las medicinas, porque eso de que en Guatemala las medicinas están caras por factores de X o Y aspecto son puras mentiras, en realidad en Guatemala la salud es tan pésima y las medicinas son tan caras porque hay un sector, hay un poder fáctico que controla el sistema de salud desde adentro y afuera a ciencia y paciencia de todos los gobiernos que han existido en la era democrática incluyendo al actual, para continuar enriqueciéndose en tanto los guatemaltecos literalmente se están muriendo.

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Emilio Estrada

El Doctor Emilio Estrada, es abogado egresado de la Universidad de San Carlos de Guatemala, obtuvo su PhD en Sociología en la Universidad de Salamanca, España, es abogado litigante.

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