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Presupuestos

Teorema

Presupuesto general de ingresos y egresos del Estado
(Los tres poderes de la República y sus dependencias)

AñoIngresosEgresosSaldo
194940.449.4-9.0
195045.349.8-4.5
195149.351.1-1.8
195260.564.9-4.5
195369.965.74.2
195479.569.89.7
195581.977.24.7
1956102.5103.5-1.0
1957120.7128.1-7.4
1958116.5119.0-2.5
1959106.3115.2-8.9
1960108.1104.14.0
1961108.1121.6-13.5
1962100.7106.0-5.3
1963127.2124.82.5
1964128.7133.4-4.7
1965156.0152.53.6
1966144.3150.6-6.4
1967124.6134.9-10.4
1968137.0136.50.5

Fuente:
Guatemala en cifras 1968. Dirección General de Estadísticas.
Ministerio de Economía.República de Guatemala
Capítulo IX Estadística Fiscal. Cuadro IX-1, página 85 (cifras en millones de quetzales)

Notas:

_Los datos se refieren a los 3 poderes del Estado_
_El signo menos (-) significa déficit y la falta de signo superávit_

No conseguí los valores correspondientes a los años anteriores a 1949. Entiendo que entre 1931 y 1944, durante el período presidencial de Jorge Ubico, el presupuesto fue inferior a Q. 40 millones al año. ¡Y vean todo lo que hizo con tan poco dinero! Muchas de sus obras, puentes, edificios públicos, palacios, carreteras… siguen operando en la actualidad. Se justifica uno de los principios fundamentales de la gestión económica que dice: _“Cuando no se roba, el dinero alcanza”_

Los gobiernos han emitido moneda en demasía creando inflación. O, lo que es lo mismo, han causado que el poder adquisitivo del quetzal haya declinado sensible y permanentemente. Un quetzal de ahora no alcanza para comprar, por ejemplo, lo que se podía adquirir con menos de un centavo en 1940. Aun así, si se acepta que en 1940 el dinero valía, en promedio, unas 150 veces más que ahora, un presupuesto de 40 millones de entonces equivaldría a uno de Q. 6,000 millones con el poder adquisitivo de ahora.

También habría que considerar el crecimiento de la población. Hay más niños que educar y más enfermos que requieren atención hospitalaria; hay más carreteras a las cuales dar mantenimiento… En 1940 había 3.3 millones de habitantes y ahora se estima que hay cerca de 19.8 millones. Un crecimiento de 6 veces. De donde resulta que un presupuesto de Q. 40 millones en 1940 equivalga a unos Q. 36,000 millones de ahora, con el poder adquisitivo de entonces. 

Hace 85 años, cuando el gobierno no robaba, alcanzaba para todo ¡y sobraba! Fue suficiente para que Jorge Ubico, antes de renunciar al cargo, contrario a contraer nuevos préstamos dejara cancelada casi totalmente la “Deuda inglesa” (1). Si se calcula a través de la pérdida de poder adquisitivo del dólar (de esta moneda sí hay cifras de pérdida de valor adquisitivo desde 1919), la cantidad que corresponde a Q. 40 millones en 1940 es de Q. 41,650 millones en 2025. Esto es, un gobierno diligente como el de entonces, crearía con esa cifra el mismo aumento en el bienestar para los casi 20 millones de habitantes que logró entonces. 

_(1) La “Deuda inglesa” fue contraída en el siglo XIX y representaba la mayor dificultad en las finanzas de los gobiernos de la época. Permitía la intromisión del embajador inglés en decisiones nacionales bajo cierta forma de chantaje (Si no haces lo que pido, te cobraré lo que me debes). El Vaticano encontró, 20 años después documentos pendientes de pago; era una cantidad menor que fue cobrada y cancelada por el Gobierno de JCMM._

En 2025 y años recientes, no hubo probidad en el gasto público. Esto hizo que cerca de Q. 40 mil millones crecieran unas cuatro veces. Lo peor es que no quedó nada a cambio. *Nada,* es una afirmación temeraria que debe ser ampliada. El Hospital San Juan de Dios, viene de tiempos de la colonia y el Roosevelt empezó a operar a fines de 1955. En la Capital, la penitenciaría central se demolió en 1971 dando paso a la construcción de importantes edificios. Pavón se inauguró en 1965. EL gobierno de Arana (1970 a 1974) construyó el edificio de finanzas, el de la CSJ y el complejo del Teatro Nacional. Prácticamente todos los demás edificios públicos, como el de la Municipalidad, el IGSS, la USAC, la Biblioteca, el Conservatorio, el aeropuerto, el estadio, la ciudad olímpica y otros son anteriores a 1975. Solo se exceptúa Chixoy y Puerto Quetzal, que fueron completados e inaugurados hace 42 años durante el gobierno de Ríos – Mejía.

En los 40 años de vida constitucional (1986 a 2025) reciente, los sucesivos gobiernos que ha tenido Guatemala han manejado Q. 1.7 millones de millones (1.7 seguidos por doce ceros). ¿Cuál es el beneficio percibido por la población? ¿Qué ha quedado a cambio? Muchos nos preguntamos ¿qué hace *bien hecho,* el Gobierno? ¿La salud pública? ¿La educación? ¿Ha desarrollado Guatemala su inmenso potencial para el turismo? ¿Acaso está razonablemente bien la infraestructura física? ¿Disfruta la ciudadanía de seguridad? ¿Nuestras fronteras, el espacio aéreo, los litorales y la zona marítima que nos pertenece están protegidos? ¿Caminamos hacia una solución favorable en nuestro conflicto con Belice? ¿Se están explotando razonablemente bien nuestros recursos mineros y de petróleo? Y la soberanía nacional: ¿Está celosamente guardada? 

En Guatemala, hay buenos resultados en agricultura, ganadería, avicultura, energía, telefonía, construcción, la economía en general y el deporte, así como en música, pintura y escultura. Pero eso se debe a que son actividades que, por fortuna, son desarrolladas por entidades y personas privadas. En cambio, preguntar por el buen manejo de las finanzas públicas resulta ser una broma macabra o una ironía grosera.

Entre 1996 y 1999 dimos un único salto hacia adelante. Privatizar la telefonía y la energía eléctrica permitió un amplio desarrollo de la internet, que la gente en todos los estratos pudiera comunicarse y se consolida el crecimiento de la generación. La distribución de electricidad no se dejó sentir en la Capital (aunque disminuyeron los apagones), pero la prestación de ese servicio en el interior del país pasó de 46% en 1995 a más de 90% 10 años después. Ese fue, quizá el mayor beneficio obtenido de dejar en manos de DEORSA y DEOCSA la distribución en casi todas las poblaciones del interior. Las carreteras mejoraron notablemente y tuvimos una autopista de pago que operó y mantuvo excelentes condiciones durante 25 años.

Terminado ese gobierno, los que siguieron en este siglo, todos ellos, hicieron mal uso de los impuestos. No hubo cárceles nuevas, ni hospitales, ningún instituto vocacional digno de mención puede citarse. La última carretera (la FTN) fue construida en 1999 y antes de esta, la autopista Palín – Escuintla, inaugurada en 1997.

Llegamos a 2025 y encontramos un país en ruinas, en el aeropuerto nada funciona, la única pista de aterrizaje y despegue de vuelos internacionales sufre daños, la iluminación es deficiente, los sistemas de radar son anticuados. En Puerto Quetzal opera una única grúa y ha tenido hasta 40 barcos esperando entrar a puerto. A fines del siglo pasado Guatemala exportaba energía eléctrica; ahora, ha debido importarla mediante un sistema interconectado creado hace 25 años, lo que ha evitado que tengamos “apagones”, CODECA sigue robando electricidad impunemente. Otra vez, hay cerca de 25 asesinatos por cada 100 mil habitantes, la red vial no ha crecido. Su extensión es la tercera parte de lo que debiera ser… y está deteriorada.

Se acusa al régimen de tener plazas fantasma, de hacer “licitaciones exprés”, de comprar con sobreprecio, de cohecho, de soborno mediante gastos de “inversión política”, de plazas fantasma, de contrataciones millonarias con parientes y amigos y un larguísimo etcétera. Todo está sucediendo con un presupuesto cuatro veces mayor que el que sirvió (su equivalente ajustado por inflación y por población) en los años 20 a 40, para construir nuestro país. Ahora, con cuatro veces más dinero, los gobiernos no pueden darle mantenimiento.

Lo más grave es recurrir al endeudamiento. Cuando Giammattei asumió la presidencia encontró que el Estado de Guatemala tenía una deuda, ya muy grande, de Q. 157 mil millones. Debió pagarla, al menos en parte. En cambio, cuando entregó el cargo a Arévalo, la aumentó a Q. 232 mil millones. Hoy, el posiblemente peor gobierno de nuestra historia, solicita para 2026 un endeudamiento adicional por 34 mil millones, llevando la deuda pública a Q. 292 mil millones.

Contraer deuda pública sólo puede justificarse cuando se utiliza para construir la infraestructura física en procesos transparentes y obras de muy largo plazo. En Guatemala, más de una vez ha sido empleada para pagar gastos de funcionamiento.

Me permito, en nombre de la niñez de nuestro país, pedir a los diputados al Congreso de la República que, actuando bajo principios éticos estrictos, se nieguen rotundamente a avalar nuevos empréstitos. Es necesario razonar que éstos habrían de ser cancelados por quienes ahora son niños y no tuvieron oportunidad de expresar su acuerdo o no con aumentar la deuda. Lo contrario es inmoral. De ahora en adelante, lo que se debe hacer con la deuda es pagarla.

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José Fernando García Molina

Guatemalteco, 67 años, casado, dos hijos, ingeniero, economista.Tiene una licenciatura en ingeniería eléctrica de la Universidad de San Carlos, una licenciatura en ingeniería industrial de la Universidad Rafael Landívar –URL–, una maestría en economía en la Universidad Francisco Marroquín –UFM–-, estudios de especialización en ingeniería pentaconta en la ITTLS de España.

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