Frente a ese mundo generoso que se expone al peligro para curar esta pandemia o para garantizar los servicios esenciales a la sociedad, está ese otro orbe que vive en soledad, con su propio calvario.
Frente a ese mundo generoso que se expone al peligro para curar esta pandemia o para garantizar los servicios esenciales a la sociedad, está ese otro orbe que vive en soledad, con su propio calvario.