Con su sexta cumbre
Recientemente, el montañista guatemalteco Jaime Viñals y sus compañeros cumplieron otro de los objetivos que se habían propuesto desde que iniciaron sus retos de ascender los volcanes más altos del mundo. Viñals envió un correo, en el que narra su experiencia, la que inició el 10 de abril, cuando él y Warner Rojas, de Costa Rica, salieron desde la población Pablo Bertoni, en Argentina. En su misiva cuenta su recorrido:
“Cumplimos un riguroso proceso de aclimatación de una semana, escalando dos importantes cerros del oeste de la provincia de Salta en el norte argentino, alturas que oscilaban entre 4,500 y 5,500 metros sobre el nivel del mar.
Basados en ello, continuamos hacia la base del volcán sagrado Llullaillaco, de 6,739 metros de altura y uno de los 10 volcanes más altos del mundo, objetivo de esta expedición.
Alcanzamos los 4,650 metros de altitud, donde establecimos nuestro campamento base; luego instalamos otro a 5,500 metros de altura y uno último a 6 mil metros.
A todo esto, teníamos un clima variable, entre fuertes ráfagas de viento y mucho frío, pero lo soportamos todo por la convicción de alcanzar el objetivo: la cumbre del volcán sagrado de Llullaillaco.
Escalamos por una empinada ladera rocosa en la cara noreste del coloso volcánico; luego, por una canaleta gigantesca de roca y hielo por poco más de 7 horas, hasta llegar a la cima, gozosos y cansados, cumpliendo así con el objetivo de alcanzar con esta cima el sexto de los 10 volcanes más altos del mundo.
En el futuro, deseamos conquistar las cumbres de los volcanes Bonete, Tres Cruces, El Muerto y Tupungato”.
