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A poner las barbas en remojo

Una Guatemala Diferente Es Posible

Voy a iniciar este artículo con el relato de una noticia, más que interesante, preocupante y de tomar nota para actuar con rapidez por parte de las autoridades, tanto civiles como militares, en el tema de seguridad, una noticia de esta naturaleza sirve para informarse, hacer análisis o proyectarla al futuro.

Cientos de indígenas de la comunidad Nueva Palestina, Ocosingo, Chiapas, sureste de México, marcharon el jueves 7 de septiembre por las calles de su comunidad, para exigir la presencia de las fuerzas de seguridad y manifestarse en contra del crimen organizado que pretende extorsionarlos, además, los pobladores exigen un cese a la violencia que ejercen grupos criminales, que luchan por el control del territorio, y han empezado a amenazar a los pobladores e intentan apoderarse de las calles de las comunidades, caminos y veredas de la zona selvática, y aseguran vecinos de esa zona, que gran parte de la violencia se ha pasado al lado de Guatemala.

Igualmente, los pobladores de Nueva Palestina, señalaron que han aumentado enormemente los grupos de “polleros” quienes se dedican a hostigar a la población con el famoso cobro de piso, “extorsión”, y durante el mes de septiembre indican que se han registrado 12 ataques armados en contra de pobladores, perpetrados por grupos de criminales armados que acechan a residentes de las comunidades, trabajadores, empresarios y ganaderos; la marcha de esta comunidad se da en el marco de una serie de amenazas en contra de la población y el intento de secuestro de una autoridad de la comunidad de Nueva Palestina por el grupo criminal Cartel de Sinaloa.

La violencia en la región no cesa, hace una semana fueron ejecutadas 7 personas en la comunidad de Pantelho, zona fronteriza con Guatemala, en donde grupos de autodefensa y grupos criminales se enfrentan entre sí; en los últimos meses la violencia y la inseguridad han ido en aumento en las comunidades indígenas de Chiapas, en donde grupos armados se han apoderado de los pueblos originarios; Chiapas es un territorio estratégico por su ubicación geográfica y representa el puente de conexión entre el sur y el norte del continente con una frontera extensa con Guatemala pero en el 2021 el ejército mexicano fue retirado de la zona a solicitud de los pobladores y ahora estos piden que regrese al igual que la guardia nacional. (Prensa Libre).

En Guatemala, con la firma de los Acuerdos de Paz, se redujo el Ejército Nacional de 45 mil a 16 mil hombres, se desactivaron bases y comandos militares que se encontraban distribuidos en diferentes áreas del territorio nacional, se desmanteló toda la estructura operativa, incluida la inteligencia militar, dejando abiertas rutas para que el crimen organizado pudiera funcionar a sus anchas, sabiendo positivamente, quienes así lo decidieron, que la Policía Nacional Civil no contaba ni cuenta hasta el día de hoy, con el número de elementos suficientes para poder prestar el servicio de seguridad en esas rutas abandonadas y en las áreas fronterizas; fue un error craso que estamos pagando y seguiremos pagando de no replantear la seguridad nacional, y si todavía algunos lo dudan, los invito a que vayan a hacer un recorrido por toda el área fronteriza colindante con México, de Petén, Huehuetenango, San Marcos y la boca costa de Quetzaltenango, y verán el miedo a flor de piel de sus habitantes, aunque estos no hablen del tema.

Ante los hechos que se están sucediendo del otro lado de la frontera y que, sin lugar a duda ya afectan a Guatemala, es necesario que se haga una proyección prospectiva de los posibles escenarios que podría enfrentar el país, en este caso en concreto en materia criminal, y no solo tomando en consideración la posición geográfica y las condiciones sociales y económicas del país, si no, especialmente, el estado de la fuerza pública y su capacidad de reacción.

La seguridad nacional en nuestro país, como política de Estado, debe tener un replanteamiento y una mejora ostensible ante las circunstancias que se vienen generando en el ámbito criminal, tanto en el contexto nacional como en lo internacional, que afectan las áreas fronterizas y los territorios con grandes vacíos de autoridad, hechos que generan violencia e impunidad, el problema radica en que, cuando la situación lo demande, las fuerzas de seguridad del Estado no van a estar en capacidad de enfrentar a la criminalidad organizada que afecta nuestro país.

Todo lo anterior nos obliga a realizar de igual forma una revisión exhaustiva de la Policía Nacional Civil y del Ejército Nacional, el número de elementos que los integran, equipamiento, logística, sus áreas de trabajo y destacamentos, etc. Y, sobre todo, tener claridad que el ejército debe regresar a garantizar la seguridad del Estado, especialmente en fronteras, mar territorial y espacio aéreo porque, el combate en contra de la criminalidad organizada es solo cuestión de tiempo, y en él participarán las fuerzas de seguridad del país.

Hay que tener siempre en mente que la “SEGURIDAD” es una tarea técnica, no política.

AL RESCATE DE GUATEMALA.

GUATEMALA NECESITA DE SUS MEJORES HOMBRES Y MUJERES.

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