
Vivir con Propósito
Ventana Cultural
Cuando hablamos de tener un propósito, nos preguntamos ¿será que realmente sabemos cuál es nuestro propósito en la vida? ¿Sabemos diferenciar entre propósito y misión? ¿Cuántas veces no hemos escuchado que tenemos una misión en esta vida que cumplir?
Nosotros, como seres humanos, tenemos un propósito. Todos pensarían que el propósito del ser humano es la felicidad. Pero ¿Será realmente ese nuestro propósito? Séneca, quien es el filósofo estoico de quien nos vamos a basar, será nuestro guía en este análisis y reflexión.
Séneca inicia su disertación de esta manera: «No hay nada en este mundo que se hable tanto y se entienda tan poco como el concepto de una vida feliz. Es el deseo y el objetivo de todos, pero solo uno de cada mil realmente comprende en qué consiste esa felicidad. A pesar de ello, seguimos persiguiéndola de manera ciega y ansiosa; y cuanto más rápido nos movemos en la dirección equivocada, más alejados estamos de alcanzar nuestro destino.»
«Por lo tanto, debemos distanciarnos de la multitud si queremos encontrar la felicidad, ya que el tema de una vida plena no se resuelve por consenso. Al contrario, la diversidad de opiniones suele ser un indicio de error; a las personas les resulta más sencillo creer que reflexionar y se conforman con lo habitual, sin cuestionar si realmente es bueno o no.»
Me voy a quedar aquí un momento. Vivimos en una sociedad donde lo bueno y correcto, lo justo, noble y ético es mal visto. El hombre se ha enfrascado en realizar las cosas “buscando su beneficio”. Bien lo decía Platón, o, al menos, esta frase a él se la atribuyen: “Buscando el bien de los demás, encontramos el nuestro”. Ahora cambiemos la virtud: “Buscando la felicidad de los demás, encontramos la nuestra”.
Séneca nos dice: «La auténtica felicidad en la vida radica en estar libres de inquietudes, comprender nuestras obligaciones hacia Dios y los demás, y disfrutar del presente sin una dependencia ansiosa del futuro. No se trata de distraernos con esperanzas o miedos, sino de sentirnos satisfechos con lo que tenemos, que es suficiente, porque quien actúa así no desea nada más. Las grandes bendiciones de la humanidad están dentro de nosotros y al alcance de nuestra mano, pero a menudo cerramos los ojos y, como quienes están en la oscuridad, confundimos lo que buscamos, sin lograr hallarlo.»
La felicidad no se encuentra en el caos ni en las expectativas externas, sino en la paz interna y en el entendimiento de nuestras responsabilidades. Es un recordatorio de que, a menudo, nos perdemos en ansiedades sobre el futuro y en la influencia de la multitud, en lugar de valorar lo que ya tenemos.
Además, sugiere que muchas veces tenemos las respuestas y bendiciones dentro de nosotros, pero la distracción y la falta de atención nos impiden reconocerlas. La verdadera satisfacción proviene de aceptar el presente y encontrar la tranquilidad en nuestras vidas, en lugar de dejarnos llevar por lo que otros piensan o dicen.
Por último, tomo esto de Séneca, ya que su pensamiento es bastante amplio. Nos dice: «La tranquilidad es un equilibrio mental que no puede ser alterado por la fortuna, ya sea para elevarnos o deprimirnos. Ninguna circunstancia puede reducirlo, ya que representa el estado ideal del ser humano: nos eleva al máximo de nuestro potencial y nos convierte en nuestro propio sustento. En cambio, quien depende de factores externos corre el riesgo de caer. Aquél que evalúa las situaciones con claridad y se mantiene firme en su juicio disfruta de una paz constante; tiene una visión realista de las cosas, observa un orden y decoro en sus acciones, y posee una naturaleza benevolente. Organiza su vida conforme a la razón, atrayendo amor y admiración; mientras que quien siempre persigue o rechaza lo mismo, sin duda, actúa de manera correcta.»
¿Qué te hace feliz? Podemos encontrar muchas cosas que nos hacen felices: ir al cine, salir de paseo al campo, la playa, pasar tiempo con los amigos, leer, escribir, escuchar buena música. En fin, hay muchas cosas por las que podemos tener esa paz en medio de las tormentas que nos trae la vida, y ese es el trabajo que debemos realizar.

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