
Guatemala diversa pero unida
Tanmi Tnam
Existimos en Guatemala distintos pueblos. Ya sabemos que cada pueblo tiene características culturales propias y por eso nuestro país es multicultural y multilingüe. Para algunos guatemaltecos la diversidad cultural es obstáculo para el desarrollo y para otros la diversidad es condición a tomar en cuenta para el desarrollo económico y político. No es extraño para muchos que cada pueblo vive su propio tiempo, su espiritualidad y su conjunto de relaciones con el entorno. Muchos referentes están a la vista, el año nuevo tiene otro momento para los pueblos originarios, la dimensión espiritual con formas particulares de atención y los trabajos agrícolas acompañados de agradecimiento, etc. También es de nuestro conocimiento que contamos con un Estado que no logra captar a los pueblos originarios en su estructura organizativa y esto hace que la mayoría de indicadores del desarrollo humano no logra subir y el bienestar para todos queda muy lejos. Hay estudios realizados por guatemaltecos y extranjeros que demuestran que nuestro Estado es monocultural y debe mejorar tomando en cuenta a los cuatro pueblos para construir la democracia de y para todos.
Es cierto que el liderazgo político y económico muestra resistencia a cambios que deberían tener apertura para una democracia donde todos los pueblos puedan participar y cuenten con representación. Pero también, hay varios que prefieren el reconocimiento de la diversidad de culturas con su respectiva forma de vida. La diversidad de pensamientos, aspiraciones, esfuerzos y conocimientos debe ser el cimiento para contar con un país democrático, justo y con desarrollo. Más unido puede estar un país donde en todas las comunidades cada familia viva según su cultura con el reconocimiento del Estado y que funcionen los servicios públicos con pertinencia cultural en los sectores salud, educación, justicia y cuidados del ambiente.
El poder bajo el control de un pueblo en contextos de diversidad cultural es solamente un foco generador de conflictos de todo tipo. Guatemala ha vivido pequeñas experiencias donde ha sido posible orientar y llevar a la práctica procesos donde la participación ha sido viable, por ejemplo, en el diálogo por la paz, los encuentros por la Reforma Educativa, la movilización por algún hecho de interés para todos. Esto demuestra que es posible la atención, el esfuerzo y los aportes por disminuir hechos que facilitan tener al país permanentemente desigual.
Tenemos que tener apertura suficiente para apreciar qué tiene cada uno de los pueblos para construir el país que deseamos. En el caso de los pueblos originarios cuentan todavía con conocimientos y prácticas que respetan la vida y la existencia de elementos naturales que aportan a la vida del ser humano.
Con el paso del tiempo, son observables hilos que conectan a los pueblos de Guatemala, independientemente de lo positivo o negativo, deben servir para el debate, el diálogo y llegar a los grandes acuerdos políticos con la esperanza y el esfuerzo en construir un país justo, democrático y respetuoso de la diversidad cultural. Hay que reconocer positivamente que hay un porcentaje de guatemaltecos que usan oralmente el idioma Español además del idioma materno, los habitantes se identifican con el territorio guatemalteco y reconocen ser de este país, muchos alimentos que consumen las familias de los pueblos ya son muy comunes como el maíz y los frijoles.
Así que los cuatro pueblos de Guatemala son diferentes, pero deben construir el país donde la riqueza cultural es parte del contenido y estructura que necesita la democracia.

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