
El País merece el aprecio y la participación de todos
Tanmi Tnam
Guatemala es un país pequeño, pero grande por su diversidad de climas, con varios pueblos, formas de comprensión de la vida y el entorno, con gente trabajadora y responsable. Las familias, las organizaciones y cada pueblo deberían de orientar y practicar lo que sirve para conservar lo bueno y sano que tenemos como país. Tenemos que aprender a apreciar la vida y la presencia de las personas y todo aquello que está en nuestro alrededor porque aportan para conservar la vida. Las entidades del Estado tienen la oportunidad y la obligación de servir al país con el pensamiento y práctica en busca del desarrollo humano para todos y la conservación de los elementos naturales para las generaciones que vienen después de nosotros. Los líderes de todas las tendencias deberían de reflexionar y seleccionar los mejores pensamientos y prácticas para el bien común y evitar conflictos. El desarrollo del país necesita de la participación de todos.
Es necesaria la participación en los ámbitos donde las personas, los grupos y los pueblos tienen la oportunidad de atender aquellas convocatorias que vienen de las autoridades, del liderazgo sano, de las entidades oficiales, especialmente los espacios donde se discuten temas como el desarrollo de los pueblos, la autonomía alimentaria, la construcción de la democracia y propuestas de mejoramiento de administración de la justicia y de la equidad. Quienes viven en las aldeas tienen sus reuniones donde es posible discutir soluciones que necesitan las familias que allí viven. Hay reuniones propias de la comunidad y hay las que convocan las entidades oficiales. La participación local debe aprovechar las iniciativas que mejoren las capacidades instaladas en las familias, en los grupos y en la comunidad.
Los medios y espacios disponibles para la participación deben tener apertura para que asistan todos, la juventud necesita de oportunidades para su desarrollo, las niñas y los niños deben recibir la mejor educación, las mujeres tienen que contar con suficientes oportunidades para el mejoramiento de sus condiciones de vida y fuentes de trabajo para todos. La diversidad que hay en las comunidades necesita de la atención de todos para construir la justicia y la democracia. Unidos es posible hacerle frente a la disminución de la injusticia, la extrema pobreza y la exclusión. Las expresiones de la diversidad son muchas, y por eso es necesario que hablen todas y así identificar los que más necesitan de atención y apoyo para el mejoramiento de sus condiciones de vida.
Ya es tiempo escuchar y observar muy bien la actuación de grupos que irrespetan la vida, los que maltratan la naturaleza, los que desprecian a la mayoría, los que se apropian indebidamente del dinero del pueblo. Este liderazgo tiene en problemas a nuestro país. Guatemala y sus pueblos merecen del aprecio y participación de sus hijas e hijos para su desarrollo integral. Es de notar que hay pocos que hablan y limitan que otros digan su palabra. Es sano escuchar a los sectores que no tienen voz debido a múltiples razones. Ellas y ellos tienen mucho que aportar para el bienestar de todos. Es nuestra obligación escuchar la voz y las propuestas de las mujeres, las de la juventud, las de los de la tercera edad y los pueblos indígenas.
La participación en todos los niveles y para los servicios públicos es importante para el mejoramiento de la educación escolar, la salud, la justicia, la seguridad, la economía y el cuidado de la naturaleza. Cuando pocos deciden por la vida de los pueblos, seguimos generando pobreza y exclusión.

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