
El Amor Humaniza
Anotaciones
Me acuerdo de tu rostro que se fijó en mis días,/mujer de saya azul y de tostada frente,/que en mi niñez y sobre mi tierra de ambrosía/vi abrir el surco negro en un abril ardiente. La mujer fuerte de Gabriela Mistral.
No podemos seguir con más matanzas en el mundo “violencias, maldita violencia por que no permites que reine la paz, que reine el amor” escucho al famoso grupo de los Hicsos, que no sabía que eran Costarricenses, porque, creía eran de Colombia -el autor es de origen colombiano José Barros y son los Hicsos, quienes le dieron fama – era una cumbia nostálgica, protesta y con el dolor del guaino peruano; las cantaba de muchachita en los años setenta, terribles, de incendios del Cono Sur y hoy en la supuesta cuna de la democracia, escapamos, también, de balas perdidas y es imposible encuevarse, luego de la pandemia.
Una realidad mundial que se haya repotenciado la violencia, puesto a psicópatas de gobernantes, a tanto misógino que gritan en las calles y, vociferan: bruja peinate, mátala cuando ven a chicas bien dotada con escotes y, a las adultas las manosean en los buses, ya, las prendas mínimas les alteran y, una para una vestirse, hasta reflexiona que ponerse… es el colmo desatado. No podemos permitir el miedo, a que nos siga horadando y menos ceder a la cacería machista.
Las tiritas, minis, cotas, pantalones cortos en un país tropical son prendas necesarias y, vean, nadie ataca a un hombre con short y menos cuando caminan orondos con el torso desnudo mostrando sus pectorales con tatuajes y brazos… Da grima, cólera, risa y les comentaba a chicas, chicos, estudiantes a profundizar en las culturas e identidad y, vamos, siempre al arte, que nos convoca en la diversidad con el diálogo y respeto.
Abrazar las Artes posibilitan nuevos respiros como la escritura, teatro, danza, canto… ¿Cómo hacen, los que la perciben como una pérdida de tiempo u oficio burgués?
Las violencias disímiles, creencias, constructos alrevesados, el seguir a grupos con líderes fachos, sin pensar ni con cabeza propia, hacen crecer la estupidez, generan gran capital de la estulticia, agresiones gratuitas a mujeres que demuestran mas sabiduría, conocimiento que los hombres; nos llaman diablas, brujas o crean rumores, de problemáticas, o les arrojan al rostro: “déjala hablar y es una mujer que habla sin pensar”, se creen que ellos tienen “solo los hombres tienen un pensar chayote” pero; son sus miedos, egos que les ahogan… pero, les desarman las acciones colectivas, que posibilitan encontrarnos, comunicarnos, y el arte implosiona “El arte -lo- Cura todo” gotas caen, llamas, briznas para estar en constante movimiento y aprender a lidiar con las diferencias. Nada nos detiene y siempre renaceremos más resilientes con algunos hombres panitas, compañeros de luchas.
Todavía, es posible labrar el bien o como dijo el difunto Pepe Mujica “no nos cansemos de hacer el bien” y, menos con paranoia inducida de psicoterror, paralizadas o conectadas en el mundo virtual.
Gran alegría me producen las caravanas musicales, grupos, bandas de las escuelas, cimarronas, disfraces, danzas en la procesión de la Santa Cecilia la patrona musical, de mi comunidad, con un festival gastronómico, juegos mecánicos… siempre, con el cuidado de la policía y, así seguimos con fiestas en los cantones, y a salir “ojo pelao” y, salimos a conmemorar, a marchar, cantar consignas, el 25 de noviembre a la memoria del movimiento rebelde de las “mariposas” las hermanas Patria, Minerva y María Teresa Mirabal que enfrentaron al “chivo”, dictador sátrapa dominicano Rafael Leonidas Trujillo, ellas fueron asesinadas cruelmente a palos, ahorcada y lanzadas al barranco en los años sesenta. Fue declarada por la ONU, día internacional de la eliminación de la violencia contra la mujer en 1999.
Viva la alegría, la paz y el amor y el derecho humano a decidir, construir su felicidad, compañía en redes humanas de carne y hueso al compartir y ser vehículos de esperanza y así, el sábado 22 de noviembre con un cielo azul celeste de Escazú en conexión con la Pachamama, presentamos la novela Única mirando al mar del escritor costarricense, Fernando Contreras con adaptación al teatro por la profesora Ana Lucía Rodriguez Soto y el Elenco de Teatro de la Escuela Municipal de Artes de Escazú. Sería largo contar los procesos desde la gestación, mes tras mes, integración, caracteres, lecturas, vidas personales… pero, la magia es al entrar al Barco que es el lugar, espacio de estudios, de mis reinicios, compañía, dejá vú, llantén, huidas…
Olvidar, reiniciar, ensayar, y la conexión nos transmuta, en energías, movimiento de vernos de parir seres, dar vida, voces poco a poco en compañía de la “humana profe” que nos guía y alienta en su estilo pétreo, dúctil, cincel puntual de la experiencia y, al ceder nos da confianza, a cada quien en su proceso… en fin llega el día y vamos al juego lúdico con el bien amoroso, hubo poco tiempo de contar del día anterior, solo estar presente, antes de la función y cada quien con sus sus métodos, apuntes, mañas, ensayo interior, de ver a cada personaje y sentir lúcidamente las escenas en el campo de acción, el teatro todo locura, jugamos y lo mas “lógico, lógico” es disfrutar… sentí, sentimos los movimientos del equipo, la cooperación, entendimiento de cada quien en su proceso y todo fluyó en un sueño compartido. Ser Unica Oconitrillo, una mujer mayor en el basural, interpretada por mí fue un reto, y las actrices y actores fueron: hijo de Unica, Bacán (Jade), Momboñombo Moñagallo (Alejandra), Oso Carmuco (Rossy), la llorona (Jenny) los Buzos: (Katia, Josué, Rosaura, (Luis), Retana (Luis Jose), locutor (el profe Josué).
Salir al despertar con los aplausos, fotos, abrazos, llantos fue, parte de la entrega en creer y hacer lo que se ama y, me preguntaron dos varones, el por qué de este parlamento, ..vos sabes que yo he llegado a pensar que la basura también es mujer. Mirá, es “la basura” como “la mujer” de género femenino, entonces, es la basura y al principio a todo el mundo le gusta cuando está nuevita y, apenas se pone vieja ya nadie la quiere… “eso amerita leer líneas anteriores y, gracias al basural concienciamos, renacemos, reciclamos las vidas y el amor florece sin fecha ni calendario…»

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