
La curiosidad del humano
Petardo
Con temor se platica sobre temas que tienen mucho que explicar. Los defensores de las hipótesis de los antiguos astronautas a menudo sostienen que los seres humanos son descendientes o creaciones de seres extraterrestres que visitaron la Tierra hace miles de años y que los seres híbridos de las mitologías antiguas son creaciones de estos seres alienígenas.
Una idea asociada es que gran parte del conocimiento humano, la religión y la cultura vinieron de los visitantes extraterrestres en la antigüedad, en la que los astronautas antiguos actuaron como una cultura madre. Defensores de los antiguos astronautas también creen que los viajeros del espacio exterior conocidos como astronautas construyeron muchas de las estructuras en la tierra como las pirámides de Egipto y las cabezas Moái de piedra de la Isla de Pascua o ayudaron a los seres humanos en su construcción. Ciertos académicos han respondido que las lagunas en el conocimiento contemporáneo no son una prueba de tales ideas especulativas, y que muchas de estas teorías nacen a causa de una aproximación romántica y esotérica al mundo antiguo.
Thomas Gold profesor de astronomía sugirió la «hipótesis de la basura» para el origen de la vida. La idea fue propuesta de forma seria por Harold T. Wilkins (1954), recibió cierta consideración como una hipótesis seria durante los años 1960, y ha sido mayormente confinada a la esfera de la pseudociencia y la cultura popular desde los años 1970. La hipótesis de los antiguos astronautas, también conocida como hipótesis de paleocontacto, es una hipótesis pseudohistórica (sin base científica ni histórica) que sostiene que seres extraterrestres han visitado el planeta Tierra en el pasado y que estos seres han sido responsables, en varios grados, del origen y desarrollo de las culturas humanas, las tecnologías y las religiones (otra forma de llamarlo es creacionismo alienígena). Una variante común de la idea es que la mayoría de las deidades en las religiones, si no todas, son en realidad extraterrestres, y sus tecnologías fueron tomadas como evidencia de su condición divina. Posteriormente los humanos decidieron explorar algunos planetas.
La exploración espacial designa los esfuerzos del ser humano en estudiar el espacio y sus astros desde el punto de vista científico y de su explotación económica. Estos esfuerzos pueden involucrar tanto seres humanos viajando en naves espaciales como satélites con recursos de telemetría o sondas teleguiadas enviadas a otros planetas (orbitando o aterrizando en la superficie de estos cuerpos celestes). La ciencia que estudia los vuelos espaciales y la tecnología relacionada con ellos se denomina astronáutica. Las personas que pilotan naves espaciales, o son pasajeros en ellas, se llaman astronautas (en Rusia: cosmonautas; en China: taikonautas). Técnicamente se considera astronauta a todo aquel que emprenda un vuelo suborbital (sin entrar en órbita) u orbital a como mínimo 100 km de altitud (considerado el límite externo de la atmósfera).
El cielo siempre ha atraído la atención y los sueños del ser humano. Ya en 1634 se publicó la que se considera primera novela de ciencia ficción, Somnium, de Johannes Kepler, que narra un hipotético viaje a la Luna. Más tarde, en 1865, en una famosa obra de ficción titulada De la Tierra a la Luna, Julio Verne escribió sobre un grupo de hombres que viajó hasta la Luna usando un gigantesco cañón. La tecnología necesaria para la exploración espacial estuvo disponible con la construcción de los primeros cohetes. Permiten poner en órbita satélites artificiales para estudio tanto de la Tierra como del espacio exterior. También permiten el envío de astronautas al espacio exterior. Queda en manos de nuestros jóvenes a nivel mundial, llegar a resolver la curiosidad del humano.

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