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Elegir mirar el bien en todo

Desde La Ventana De Mi Alma

«El mal está sólo en tu mente y no en lo externo. La mente pura siempre ve solamente lo bueno en cada cosa, pero la mala se encarga de inventar el mal.» (Goethe)

En el vasto universo de la mente humana, el bien y el mal no son sino espejismos, reflejos de nuestros propios pensamientos. Goethe, con su sabiduría intemporal, nos recuerda que el mal reside únicamente en la sombra de nuestras percepciones, mientras que una mente pura desvela la bondad oculta en cada rincón del mundo.

Imagina un prado al amanecer, donde la luz del sol acaricia suavemente la hierba cubierta de rocío. Una mente pura se maravilla ante la belleza del paisaje, viendo en cada gota de rocío una perla de esperanza, en cada rayo de sol una promesa de nuevos comienzos. Los colores del alba se despliegan como un lienzo celestial, pintando sueños de infinita bondad.

Pero en ese mismo prado, una mente oscura ve las sombras que se alargan, los rincones donde la luz no llega. Se inquieta ante la idea de lo desconocido, de lo que podría acechar más allá de la vista. Inventando fantasmas donde no los hay, esta mente se enreda en sus propios miedos, incapaz de reconocer la belleza que la rodea.

Así, la mente pura, sin las cadenas del juicio y el rencor, encuentra serenidad en la simplicidad, hallando lo bueno incluso en los desafíos y las pruebas. Ve en cada obstáculo una oportunidad, en cada caída, una lección, y en cada alma, una chispa de divinidad. La pureza de sus pensamientos es como un río cristalino que fluye sin cesar, nutriendo todo lo que toca con su claridad y su calma.

En contraste, la mente que se revuelca en la negatividad inventa el mal donde no lo hay. Sus pensamientos son como nubes oscuras que ocultan el sol, creando tormentas de angustia y desesperación. Esta mente se pierde en un laberinto de su propia creación, incapaz de ver la salida hacia la luz, hacia la verdad.

Goethe nos invita a elegir la pureza de la mente, a liberarnos de las cadenas del juicio y a mirar el mundo con ojos nuevos, llenos de compasión y gratitud. Nos insta a encontrar el bien en cada cosa, a apreciar la belleza que reside incluso en los rincones más oscuros de nuestra existencia.

En última instancia, la realidad que experimentamos es un reflejo de nuestro estado interior. Una mente pura ve el mundo como un jardín de posibilidades, un lugar donde cada ser y cada cosa tienen su propio valor y su propia belleza. Así, transformando nuestros pensamientos, podemos transformar nuestro mundo, descubriendo la bondad que siempre ha estado allí, esperando ser vista.

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Libre emisión del pensamiento.

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Angie Lu

Lcda. en Ciencias de la Educación. Universidad Estatal.Guayaquil. Lcda. en Filosofía y Letras. Universidad Central del Ecuador. Columnista Periódico "EL SOL" Cartagena- COLOMBIA. Columnista Diario. La TRIBUNA. México. Articulista: Revista TOP MAGAZINE. Orlando-Florida Articulista Diario EXTRA. San José. Costa Rica. Articulista periódico Canarias Opina. Telde, Islas Canarias. ESPAÑA. Escribo por vocación para comunicar y por necesidad vital, creo que la palabra escrita es inmortal y es el acto libertario mas poderoso que existe y más aún podemos crear sinergia colectiva a través de la lectura. Escribo para divulgar mis emociones recogiendo metáforas simples o complejas, que me permitan meditar para existir y coexistir buscando la armonía con mis congéneres, y para celebrar con la palabra la belleza de la vida y el universo.

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