
El gobierno y sus planes
“El que no detecta los males cuando nacen, no es verdaderamente prudente”.
Niccolò di Bernardo dei Machiavelli
Lasciate ogni speranza, voi ch’entrate («Abandonar toda esperanza, quienes aquí entráis») es la inscripción que Dante Alighieri encuentra en la puerta del infierno al iniciar su viaje, que le llevará desde allí al purgatorio y al cielo.
Aquí se encuentran, entre lamentos de dolor y de ira, las «gentes que vivieron sin gloria ni infamia», mezcladas con los ángeles que no se rebelaron contra Dios, pero no por lealtad, sino para evitar las consecuencias de tomar partido en la lucha entre el bien y el mal.
En el país del Realismo Mágico, parece ser que los párrafos anteriores nos describen pues somos víctimas o cómplices de no detectar los males cuando nacen; además de que abandonamos toda esperanza, sin pena, gloria ni lealtad y no diferenciamos entre el bien y el mal.
La historia reciente nos ha demostrado que hemos sido manipulados, vilipendiados y víctimas de un latrocinio descarado por parte de políticos inescrupulosos y mercantilistas mal llamados empresarios, que lo que únicamente buscan es su bien personal y seguir gozando de los privilegios que otorga el poder a través del estado guatemalteco.
La esperanza que promocionó la mal llamada Primavera Democrática, se ha ido desdibujando al demostrar que su ÚNICO interés era la toma del poder para poder utilizar los recursos del estado para el enriquecimiento ilícito, para lo cual pactaron con el otrora enemigo YANKEE, entregándose a su agenda ideológica y lograr así el control mundial por medio de su brazo político internacional denominado ONU, cuyo principal interés es el control poblacional y agrandar la brecha entre ricos y pobres a costa de lo que sea.
La moda de los últimos gobernantes ha sido el establecimiento del estado de calamidad, so pretexto de enfrentar las crisis del cambio climático y los fenómenos naturales que golpean a esta Guatemala, sin embargo, el fin último de estos decretos es el enriquecimiento ilícito a costa de los ingresos generados para el estado guatemalteco por la ya por demás golpeada población.
Si el día de hoy el Congreso aprueba el estado de calamidad decretado por el actual presidente en consejo de ministros, estará demostrando lo que es un secreto a voces, que los mal llamados dignatarios de la nación son una bola de oportunistas y mafiosos que solamente ven su propio interés y no el de la población que los ha elegido, permitiendo que, con esto, se pueda llevar a cabo los malévolos planes que han sido ordenados al PELELE impuesto que tenemos de presidente.
POR UNA NACIÓN LIBRE, JUSTA Y SOLIDARIA
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