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Expectativas 2025

Reflexiones

En 2025, Guatemala enfrenta un panorama político, social y económico complicado debido a un primer año de gobierno de Bernardo Arévalo caracterizado por la improvisación, la falta de una hoja de ruta, inestabilidad jurídica (confrontación entre Presidente del Ejecutivo y Fiscal General), incapacidad en el manejo de la cosa pública, etc. El país ha experimentado un año políticamente agitado, con críticas hacia el Ejecutivo por su ineficiencia operativa evidenciada en la ejecución presupuestaria y la baja popularidad del gobernante, que en su primer año descendió en más de un 65%.

En el ámbito del Organismo Legislativo, la aprobación del Presupuesto General de ingresos y egresos, las ampliaciones al mismo y el incremento salarial de los diputados ha generado polémica. El Movimiento Semilla no ha logrado alianzas con buena parte de las bancadas opositoras. Sus operadores políticos no encuentran la forma de acercarse a la oposición sin caer, según ellos, en prácticas relacionadas a la corrupción. Como no hay una hoja de ruta en el Ejecutivo en el Legislativo es cuesta arriba tener cohesión y armonía en la presentación de iniciativas de ley. Sumado a lo anterior la falta de capacidad para negociar y a una menor voluntad política, ya sea por falta de experiencia o de idoneidad para el trabajo legislativo, en consecuencia, son escasos o nulos los acuerdos políticos.

A pesar de estos desafíos, la macroeconomía del país muestra signos positivos, el Banco de Guatemala proyecta un crecimiento del PIB del 4% para 2025, lo que refleja un mejoramiento en la actividad economíca y mayor confianza en los agentes económicos. Evidentemente se vislumbran muchos desafíos políticos y sociales, las expectativas para Guatemala en 2025 en estas dos áreas son inciertas. No hay una agenda de gobierno que indique el camino.

Entre los desafíos más significativos para este 2025 se encuentran: 

  1. Reformas legislativas: Los diputados deberán priorizar en la agenda legislativa las reformas de leyes clave como la Ley Electoral y de Partidos Políticos y La Ley de Servicio Civil. Estas reformas son cruciales para mejorar el funcionamiento de las instituciones gubernamentales y responder a las demandas de la población.
  2. Corrupción: La lucha contra la corrupción seguirá siendo un tema central en el ambiente guatemalteco. El gobierno deberá demostrar un genuino compromiso con la transparencia y la integridad, evitando negociaciones «bajo la mesa» y prácticas corruptas. La lucha contra la corrupción tendrá que ser algo más que la Comisión Nacional contra la Corrupción (CNC) y el Código de Ética que hasta el momento solo ha sido diatriba.
  3. Confianza pública: La percepción pública del Ejecutivo y del Legislativo es un desafío permanente. La reciente controversia sobre el aumento salarial de los diputados ha generado descontento, y será crucial que los legisladores trabajen para recuperar la confianza de la ciudadanía. La percepción general sobre el Ejecutivo es de un desgaste importante y creciente, la incapacidad para entregar resultados concretos a la población como en el caso del encarecimiento de la canasta básica. Debemos de recordar que, en política la percepción es la realidad.
  4. Coordinación gubernamental: La falta de armonización interna y las contradicciones dentro del oficialismo han generado problemas de gobernanza. El gobierno necesitará una dirección clara y coherente para implementar sus políticas (si es que las tiene) de manera efectiva. Arévalo necesita de asesores que le apoyen a entender de administración pública, debe aprender que el gobierno es un sistema y como tal debe funcionar, “el todo es superior a la suma de sus partes” (entropía). 

Estos desafíos requerirán un enfoque estratégico y un compromiso genuino por parte de los políticos que en este periodo tienen la conducción del país, para asegurar un futuro más estable y próspero, por lo que deberán enfocarse en estos aspectos prioritarios:

  1. Pobreza y Brechas: A pesar de los esfuerzos, la pobreza sigue siendo un problema significativo. Las brechas económica y social afectan a grandes sectores de la población, es por ello que urge la aplicación de políticas públicas para disminuir esa realidad.
  2. Educación: Mejorar la calidad y el acceso a la educación es crucial. Se debe aumentar la cobertura y mejorar la calidad de los servicios educativos. Es vergonzoso que el gobierno de Arévalo crea que el remozamiento de las escuelas amplia la cobertura y que con una estrategia de nivelación para los maestros se mejorará la calidad educativa.
  3. Salud: Garantizar el acceso a servicios de salud de calidad es otro desafío. El precio desmedido de los medicamentos, el anárquico sistema de servicios de salud privado y la pésima atención en los servicios públicos debe ser una prioridad. 
  4. Infraestructura: La inversión en infraestructura es esencial para el desarrollo económico y social. Se deberá poner atención y recursos significativos para mejorar carreteras, puertos, aeropuertos, edificios públicos o sea mejoramiento de la inversión pública. 
  5. Seguridad: La violencia, las extorsiones y el crimen siguen siendo problemas graves. Se deberán tomar medidas para mejorar la seguridad ciudadana, reducir las extorsiones, mejorando las capacidades de la policía nacional civil. Es inaudito que los policías en lugar de cumplir con sus funciones de prevención manteniéndose en alerta y patrullando, se mantengan con el celular en la mano, incluso en las afueras del edificio del Ministerio de Gobernación y de la Dirección General de la PNC.

Estos desafíos requieren que el gobierno de Arévalo demuestre voluntad política y capacidad de ejecución para lograr un desarrollo sostenible y equitativo en el país. 

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