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La Renuncia a la Soberanía por un Gobierno MARRULLERO

Barataria

Últimamente he tenido algunos problemas para escribir mis columnas debido a que me aquejan problemas oftalmológicos que me hacen escribir más lento.  Sin embargo, no puedo dejar de quedar perplejo y anonadado, de la forma en que un gobernante se hace muy impopular en tan poco tiempo y sigue, vez tras vez cometiendo errores garrafales en su mandato.  En efecto, el señor Bernardo Arévalo continúa siendo presa de su dejadez, inocencia, estupidez o corrupción todas las respuestas son válidas para calificar la actitud de un gobernante que está a merced de sus “brillantes” asesores que le hacen casi caer en cada acto que realiza.  En realidad, no sé quien o quienes son los que le hablan al oído al presidente, pero parece ser que más que ayudarle le quieren hundir con tanto desacierto.

Después del desaguisado encuentro en el Palacio Nacional con los representantes de pueblos indígenas en dónde no solo polarizó más el país indicando la criminalización de los pueblos indígenas por el proceso que se sigue en contra del señor Pacheco y justificando los bloqueos como actos legitimos del ejercicio democrático de un pueblo, nada que ver por cierto, porque si así fuera todos los bloqueos de Joviel Acevedo, de los Exmililtares, de los Salubristas, de los Universitarios y de casi cualquier ciudadano que se le ocurra poner piedras y quemar llantas para bloquear una carretera y afectar a cientos de otros guatemaltecos serían actos de ejercicio democrático, no solo estarían justificados sino que además respaldados por el actual Presidente, es decir que la anarquía para el señor Arévalo es un acto democrático.

Ahora resulta que, en oscuridad, opacidad y a escondidas, el gobierno del señor Arévalo a través del Ministerio de Relaciones Exteriores procedió a la renuncia del derecho a reserva en los tratados internacionales que contiene el artículo 27 de la Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados.  Es así, como actúa un gobierno desvergonzado que no tiene la cara ni los arrestos para hablarle al pueblo, resulta que el Acuerdo Gubernativo 65-2025 es de fecha 27 de Marzo de 2025 y según se sabe ya fue comunicado a la Secretaría General de la ONU el 10 de Abril sin embargo es hasta el 5 de mayo de 2025 que se comunica la decisión al pueblo de Guatemala a través de la Publicación Oficial en el Diario de Centroamérica, es decir cuando ya se ha cometidos los actos de renuncia soberana.  Es decir una decisión que tiene que ver con la soberanía de un pueblo ha sido tomada a la ligera por y con total ocultación.  El artículo en mencion proporciona a Guatemala (y a cualquier país) un mecanismo de protección ante la suscripción de convenios que vayan en contra de su derecho interno.  No siempre se conoce todo el derecho, ni todo el sistema jurídico, por ello ante la premisa de Pacta Sunt Servanda es decir, que todo Convenio o Tratado debe cumplirse de manera obligatoria, los países han suscrito el dichoso artículo 27, para proteger su soberanía y así, ante un tratado o convenio que no vaya en consecuencia con las normas del derecho interno se hace la reserva para proceder, mediante un concienzudo examen jurídico a analizar si al cumplir con dicho tratado se violan normas de derecho interno y, con la reserva hecha se decide no cumplir el mismo. Esta reserva del artículo 27 de la Convención de Viena, es un ejercicio de soberanía, porque claro, un tratado debe cumplirse, pero no a costa de menoscabo de la soberanía.  Así Guatemala ha suscrito muchos tratados en los que ha impuesto reservas tanto en los mismos tratados suscritos, como bajo la premisa del artículo 27 de la Convención de Viena.

Cuando el presidente Arévalo procedió a renunciar al artículo 27 de la Convención de Viena, levantó la reserva de cualquier convención y no de uno en particular, puesto que las únicas reservas que prevalecerían serian aquellas específicas sobre algunos artículos de cualquier tratado que se haya firmado, pero en los tratados en los cuales no se ha hecho reserva alguna, aunque sus disposiciones sean contrarias al derecho interno guatemalteco, se deberían aplicar y cumplir sin miramientos porque al renunciar al famoso artículo citado, Guatemala renuncia a ejercer su soberanía sobre cualquier disposición de tratados suscritos por Guatemala y algún país o bien en algunos foros internacionales u organizaciones supranacionales.

Estoy seguro que sobre este tema va a correr mucha tinta, muchas voces y algunos dirán que Guatemala no ha entregado nada, como lo hizo el Vocero presidencial diciendo que lo que quiere Guatemala es honrar su palabra y cumplir sus compromisos, esto ya esta estipulado en la Convención en el articulo 26, la obligación de cualquier país de cumplir sus compromisos.  El artículo 27 renunciado lo que establece es básicamente una herramienta de revisión y contraste entre el contenido de un tratado y el sistema jurídico guatemalteco en este caso, para cumplir el tratado siempre y cuando no se trasgreda una ley interna.

En realidad da mucho para saber las intenciones del gobierno del señor Arévalo para renunciar a cualquier tipo de reservas en los tratados, pero lo cierto es que constituye una renuncia expresa de Guatemala a invocar derecho interno para cumplir tratados.  Podrán ser diversos los tratados a aplicarse sin miramientos al derecho interno, posiblemente muchos de estos vayan a parar a la Corte de Constitucionalidad aduciendo que contravienen a la carta magna, talvez algunos otros se apliquen sin miramientos, lo cierto es que, con estos hechos el gobernante se ha deslindado totalmente de los conceptos básicos de soberanía que queda en los países del mundo.  De hecho, en un mundo globalizado y con conceptos de soberanía son cada vez menos restrictivos pero siempre existe el peligro de que un tratado suscrito por un país pueda contravenir normas de derecho interno, no existiendo reservas o solo se corre el riesgo de que el país deba cumplir compromisos que no van con su cosmovisión, sus tradiciones, sus costumbres, sino con la forma de llevar los negocios públicos incluyendo, claro esta los diferendos territoriales como en el caso guatemalteco con Belice.

Un país como Guaemala, con una tradición de graves errores en la suscripción de tratados, porque los funcionaros de relaciones exteriores no ponen lupa a tales instrumentos internacionales, las reservas son válidas y necesarias.  Tratados como el de Libre Comercio con Estados Unidos, México y Canadá, le ha costado a Guatemala cientos de millones de dólares en pagos de indemnizaciones y seguiran constando muchos más. En efecto solo el caso de Ferrovías (la sustituta de Fegua) le costó al país mas de 60 millones de dólares, a ello se suma Teco Guatemala Holding otros 64 millones y así habrá muchos otros, porque las negociaciones que Guatemala hace de los tratados a todo le dicen sí.  ¿Cuanto mas necesitamos de mantener reserva en algunas cuestiones cuando contradice nuestro derecho interno un tratado?

Así las cosas, el señor Arévalo continúa su larga cadena de desaciertos, con funcionarios que lo justifican en público, que alaban su proceder, pero en realidad lleva una colección de inconsistencias que le pesaran al país, lo peor de todo es que “el gobierno de transparencia” resultó ser más marullero que sus antecesores, porque emite un acuerdo desde Marzo, con efectos para Abril, pero plácidamente lo publica hasta en Mayo, es decir cuando todo está cocinado y ya no se le puede exigir explicaciones.  Bien haría el señor Arévalo en lugar de esconderse tras explicaciones burdas de su vocero dar la cara con su ministro de relaciones exteriores y explicar ¿Porqué se renunció a la reserva en los tratados? ¿Qué se busca con ello? Y que se deje de estupideces diciendo que es para que Guatemala honre su palabra, porque para ello la Convención de Viena dice en su artículo 26 que todo tratado suscrito debe cumplirse.

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Emilio Estrada

El Doctor Emilio Estrada, es abogado egresado de la Universidad de San Carlos de Guatemala, obtuvo su PhD en Sociología en la Universidad de Salamanca, España, es abogado litigante.

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