Editoriales

Crece lucha antinarcotica, aunque falta

Guatemala es un puente comercial natural entre el norte y el sur de América. Pero no solo para los productos que gozan de la legalidad; también de aquellos que atentan contra las normas establecidas para evitar que los negocios ilícitos sigan ganando terreno. Nuestras fronteras son violadas por el contrabando y también por el narcotráfico.

Solo en el último año, al cierre del último día del séptimo mes, las autoridades se habían incautado de 7,326 kilos de cocaína. La cifra es significativa porque duplica lo decomisado durante todo el 2015, cuando incluso se incautó casi 400 kilos más que en 2014.

Este año ha sido fructífero en la lucha contra el narcotráfico. Ayer, dentro de un tráiler abandonado en el kilómetro 54.5 de la ruta que de Antigua conduce a Palín, fiscales y policías hallaron 139 paquetes con heroína, un cargamento valorado en Q53.5 millones. Pero este es un cargamento realmente pequeño, si se compara con los 580 kilos de la semana pasada y los 1,448 kilos del mes anterior.

Las acciones antinarcóticas por supuesto que son plausibles. Pero las cantidades decomisadas indican la fortaleza que existe entre quienes operan los cárteles y de ahí que se requieran mayores esfuerzos para demostrar que se está a la altura y con el poder suficiente para enfrentar a estas bandas delincuenciales.

No basta con quitarles pequeños cargamentos, porque si se les quitan mil kilos, seguro atraviesan nuestras fronteras, sin que las autoridades lo detecten, diez veces más. Como en casi todas las áreas, nuestro país necesita más inversión en inteligencia antinarcótica, pero también más recursos para inteligencia en la seguridad ciudadana, para el Ministerio Público, para la salud y para la educación.

Somos un país urgido de inversión, tanto pública como privada. Pero si no logramos hacer avanzar y crecer la inversión pública en términos de alcanzar mejores niveles de desarrollo y así dar más certeza a la inversión privada, esta no va a seguir llegando y más bien seguirá retirándose.

Para que el país, a través del gobierno, pueda invertir, se necesita que todos paguemos nuestros impues- tos, pues es la única forma en que un gobierno puede hacerse de recursos para dotar a sus instituciones de más dinero para el cambio. Esa inyección de capital público es clave y punto de partida para que otros capitales también lleguen, no solo locales sino también extranjeros.

Pero mientras esa coyuntura se presenta, las autoridades deben seguir dando todo, con los pocos recur- sos con que cuentan, para que la criminalidad sepa que hay controles, poder y fuerza para combatirlos.

Curioso resulta también que este año se esté decomisando tanto dinero en efectivo. ¿O será que ante las constantes capturas de lavadores de dinero, ya nadie quiere hacerse cargo de operar efectivo y de buscar cómo limpiarlo? Todo es posible y no hay que descartar ninguna probabilidad. Pero sí hay que reconocer que el trabajo de las autoridades ha estado a la orden del día, al menos en este tipo de hechos.

Redacción

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