
La importancia de la ética en la política
Una Guatemala Diferente es Posible
La ética en la política juega un papel fundamental, si no se recupera la ética en la política seguiremos viviendo un pragmatismo cínico, una aberrante y descomunal corrupción que le niega a las mayorías del país las posibilidades de tener una vida digna, y que por otro lado conlleva al debilitamiento de las instituciones y a la sustitución de los bienes públicos por los intereses meramente privados.
La recuperación ética de la política implica que el Estado otorga derechos, no solo los reconoce, significa que la política no solo es un juego de reparto de poder, si no una aspiración del bien común que favorezca a la colectividad, de igual manera implica una tarea de gobernanza, de convergencia, de acuerdos y consensos que supere la cultura de la división, la confrontación y la oposición sin sentido alguno, así como que de igual manera significa que nadie puede reclamar derechos, sin asumir obligaciones.
Por ello, Vaclav Havel plantea la importancia de un renacimiento ético para transformar el sistema político y económico y Oswaldo Payá plantea que, para retomar el camino de la democracia, hay que proyectarles esperanza a los pueblos ahora atrapados en la falsa disyuntiva del poder político total y del poder total del mercado, dos tenazas opresivas, que le niegan el desarrollo y la libertad a los pueblos.
Hoy está más que demostrado que ha fracasado el modelo económico estatista y también el modelo económico ultra liberal, ninguno de los dos funciona, ninguno de los dos nos sirven como sociedad; como asegura Joseph Durán, no podemos apostar por una economía de la burbuja, de la especulación, de la avaricia, como de igual manera no es una opción una economía de subsidio y de dependencia permanente, de ahí la importancia de entender el Estado, el Mercado y la Comunidad, de diferenciar sus papeles, y de entender como estos tres sectores pueden cooperar unos con otros y ser parte de la solución que hoy afectan a la mayoría de los Estados, la falta de desarrollo, oportunidades y una vida digna.
Nuestro país va a seguir siendo un laboratorio de pruebas, de ensayos con sus aciertos y errores, las que son dirigidas por parte de los países desarrollados y de los organismos supranacionales, y que se reflejan en los tratados, acuerdos y convenios que, en muchos de los casos, nos obligan a firmar para mantener sus intereses económicos estables en nuestro territorio, lo que sin lugar a dudas como país, no nos permite desarrollarnos ya que siempre vamos a estar dependiendo de instrucciones políticas externas disfrazadas, por lo que trabajar para lograr la justicia social, y las oportunidades en la economía para la mayoría de la población es de vida o muerte para los años venideros, para lograr terminar de una vez por todas con esa injerencia que nos tiene divididos y confrontados como sociedad y que conviene a intereses ajenos a nuestro país. De allí la importancia de la ética en la política.
GUATEMALA NECESITA DE SUS MEJORES HOMBRES Y MUJERES.

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