Columnas

¿Justicia poética?

Catarsis

La noticia de que la Corte Suprema de Justicia había retirado la inmunidad a la diputada, de Encuentro por Guatemala, Nineth Montenegro causó repudio en algunos sectores, principalmente en aquellos que han defendido a Iván Velásquez y a la CICIG, llamándolo un «caso de persecución política». Vale la pena recordarles a los lectores que fue el Ministerio Público (MP) y la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (CICIG) quienes presentaron la solicitud de antejuicio en contra de la diputada Montenegro. Es más, en la conferencia de prensa quién da la noticia a los medios sobre la solicitud de antejuicio presentado contra Nineth Montenegro, es el mismísimo Iván Velásquez.

Entonces nos encontramos ante la disyuntiva de que sí es un juicio político, eso implicaría que todos los demás procesos presentados por CICIG también lo son o que simplemente existen los indicios de la comisión de un delito que debe ser investigado y, como en otros casos, se ha solicitado retirar la inmunidad a la diputada Montenegro para que pueda ser investigada.

Es el mismo argumento el que han utilizado en repetidas oportunidades los defensores de CICIG, ¿qué hace que este caso sea diferente a los demás? La diferencia la hace que hoy la imputada es una persona que fue aliada a la CICIG, eso más bien debería de ser muestra de la imparcialidad de esta y no motivo de críticas, ¿no les parece? Nadie está condenando a la diputada Montenegro, la misma tiene que ser citada, oída y vencida en juicio, respetando el principio de debido proceso y la presunción de inocencia.

Sin embargo, las cosas rara vez son así de simples y hoy vemos a los que han defendido a capa y espada a la CICIG y se han negado a reconocer los errores de esta, vivir en carne propia lo que el resto de imputados les ha tocado vivir. Quienes se burlaban de los detractores de CICIG por el famoso «¿para cuándo? o paracuandismo» hoy alzan la voz y preguntan para cuando el diputado Felipe Alejos, ¿verdad que la justicia selectiva no es agradable? ¿pero cómo sabemos que en este caso es justicia selectiva y no en los demás?

Como versa el conocido refrán, «quien escupe al cielo en la cara le cae», otros le llamarán karma, justicia cósmica o como gusten, yo prefiero pensar que es una especie de justicia poética, que los está haciendo vivir en carne propia la otra cara de la moneda. Dicho esto, tampoco deseo que se me malinterprete y que piensen que estoy condenando a la diputada Montenegro, para nada, ella es inocente hasta que se le pruebe lo contrario. Pero me parece justo que estos individuos dejen la demagogia, la mentira, la manipulación y la hipocresía, y comiencen a tratar a todos los procesos por igual.

Y como hoy estamos citando refranes, recordemos que «el león juzga por su condición» y si estos individuos consideran que este es un juicio político, es porque ellos mismos son cómplices de la persecución política y mediática que muchos inocentes que hoy se encuentran vinculados a procesos e inclusive privados de libertad han sufrido. Claro que no todos son inocentes, pero hasta que no exista sentencia firme en su contra, no podemos condenarlos. La justicia es una y debe de ser objetiva e imparcial. Dejemos que el proceso legal siga su curso y que sean los tribunales de justicia quienes decidan. Eso sí, sin interferencias y presiones tanto políticas como mediáticas, todas las personas merecen un juicio justo, objetivo y libre de prejuicios.

Y a ustedes estimados lectores les doy el mismo consejo de siempre, lean, piensen, analicen y no se dejen manipular. Vean quienes han sido congruentes en su discurso y quienes han salido a victimizarse. No se es congruente si un día aplaudo el actuar de la CICIG y cuando la justicia cae sobre uno de mis aliados, salgo a gritar que es persecución política y así de incongruentes están siendo estos individuos.

TEXTO PARA COLUMNISTA

Carmina Valdizán

Abogada y analista guatemalteca, presentadora de televisión y escritora.

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