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Guatemala: ¿hacia dónde vamos?

Barataria

El año recien terminado ha sido escenario de una serie de acontecimientos que nos ha demostrado lo débil que es el sistema democrático y lo endeble que resulta ser la institucionalidad.  Hemos visto cómo en Guatemala la función pública se realiza bajo el principio de “buena fe”, confiamos en que aquellos a quienes se elige directamente o aquellos designados de manera indirecta ejerzan todas las funcion pública bajo la idea de que son personas honorables, honestas, incorruptibles y que actuaran bajo la buena fe en sus cargos, respetando la institución a la que se les designó y además respetando las leyes del país.

La idea del buen funcionario público que desea “hacer algo por el país” y cuyos esfuerzos por alcanzar posiciones en el gobierno se deben a contribuir a una mejor Guatemala que legarán a sus hijos y nietos.  Que son personas que no ven la política ni la función publica como una forma de enriquecerse a costillas del erario y que quieren seguir viviendo en este país, en donde no quieren que se les señale de ser un vil ladrón y corrupto.  Esta idea en realidad solo existe en el imaginario nacional, porque al contrastar la realidad con las aspiraciones resulta todo lo contrario.

En este año que finalizó turbulento, 2023 ha servido para que muchos se quiten la máscara, porque ha sido un hecho fundamental que a muchos guatemaltecos funcionarios públicos y no funcionarios públicos no les importa el país, para ellos lo único que importa es su propio bienestar, lo cual sería legítimo a no ser que quieren mejorar a costillas de los dineros públicos.  Así, este año, como los anteriores las páginas de diarios y las redes sociales se llenaron de contenidos en los que se denuncia y se sabe de miles de millones de dinero público que fueron a parar a cuentas particulares y que ha servido para que continúe el saqueo sin más.

En efecto, noticias de millones de quetzales que nadie sabe a dónde fueron a parar pero que son producto de la sobrevaloración de productos y obras, ya son pan diario.  Tenemos algunos casos de los más sonados y no hablo del libramiento de Chimaltenango; pero si se puede mencionar algunos como el caso del desfalco del INSIVUMEH, EL HOSPITAL DE CHIMALTENANGO o el último y reciente EL DE LA SOSEP nos demuestran que los millones de quetzales han llegado a bolsillos ajenos.  Llegó al colmo de que unos chicos que no llegan a los 30 años en la SOSEP, resultaron millonarios de un día para otro por la sobrevaloración de productos que en realidad como otras cosas no se sabe si se entregaron o no.  El último gran hit de la corrupción campante y danzante (el guatemalteco promedio no sabe si llorar o reír de todo esto) resulta que, en comprar de ultimo momento, compras de fin de año y comprar de oferton navideño el Ministerio de Salud Publica, cuyo Ministro ha sido campeón de la corrupción en el país, ha decidido que ahora nuevamente hay un grave peligro de COVID 19, pandemia declarada finalizada en el mundo pero que en Guatemala es un peligro nacional nuevamente y, sin aclarar todo el negocio corrupto de las vacunas Rusas ahora hacen una compra de un nuevo lote de Vacunas para prevenir otra vez, después de tres años nuevamente el COVID.  Pregunto ¿Qué no tiene idea el idiota Ministro Coma, que sin un plan de vacunación, aunque no sea necesario vacunar, las vacunas contra el Covid se volverán a perder? ¿Qué no sabe el corrupto y mediocre Ministro de Salud, el señor Coma que deberá entregar el cargo el próximo 14 de Enero y que no puede decidir una compra de Vacunas para lo cual no tiene plan y que no lo ejecutará?  El mediocre Ministro lo sabe, pero también sabe que es su ultima oportunidad para hacer “otro negocio” que le va a dar, como a muchos de sus antecesores los recursos para ya sea dejar de trabajar el resto de su vida o poner su propio sanatorio como muchos lo han hecho.  Es realmente una desgracia propia en nuestro país que las instituciones estén a cargo de personas como este funcionario porque no piensan más que en enriquecerse del dinero público.

Sin embargo, en el otro lado de la moneda aparece una institución que se ufana de ser la “garante de la democracia”, “la respetuosa de las leyes” incluso su Jefa se ufana de cambiar el principio de  presunción de inocencia constitucional invirtiendo la carga de la prueba.  Esta institución, el Ministerio Público, que a todos los vientos grita que le interesa la democracia y el respeto de las leyes ha dedicado medio año completo, desde Junio a Diciembre a judicializar el proceso electoral con el único fin de evitar que el señor Arévalo tome posesión, para ello ha hecho lo que ha querido en contubernio con un Juez.  Preguntas ¿Por qué no investigó así la compra de las vacunas Rusas, el desfalco del hospital de Chimaltenango y esto ultimo de SOSEP?   En el caso de las vacunas rusas se llegó al colmo de indicar que, como el contrato es confidencial entre Guatemala y Rusia no se puede saber su contenido ¿No que muy soberana es Guatemala? ¿No que no queremos intromisión extranjera?  En realidad son cuestiones que nunca sabremos.  Lo cierto, al final de todo es que este año 2023, es el año en el que todo un sistema corrupto que lleva años en el país y que ha manejado Guatemala a su sabor y antojo, se han quitado la máscara porque no les salió el negocio final: Quedarse con la presidencia.  Ahora, sin mascaras han hecho lo que han querido, persiguen penalmente a los que quieren y tienen toda una serie de instituciones que les hacen los mandados.

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Emilio Estrada

El Doctor Emilio Estrada, es abogado egresado de la Universidad de San Carlos de Guatemala, obtuvo su PhD en Sociología en la Universidad de Salamanca, España, es abogado litigante.

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