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Traición de Pineda y venganza de Baldizón

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En julio del año 2016 el partido que había fundado Baldizón, llamado Libertad Democrática Renovada, con el cual había ganado una diputación y del cual había sido candidato presidencial, fue cancelado, por incumplir la Ley Electoral y de Partidos Políticos. En octubre del año 2019 Baldizón fue condenado a prisión en Estados Unidos de América, por el delito de lavado de dinero.  Cumplió su condena y, en octubre del año 2022,  volvió a Guatemala. Fue arrestado y sometido a prisión preventiva, acusado originalmente de cometer multitud de delitos; pero finalmente acusado de cometer solo uno: financiamiento electoral ilícito.

En julio del año 2022 surgió el partido político llamado Cambio, aparentemente fundado por los hijos de Baldizón; pero realmente ha de haber sido fundado por él mismo, desde la prisión, en Estados Unidos de América. Con ese partido, en el actual proceso electoral, Baldizón cautelosamente no pretendió ser candidato presidencial, sino ser candidato a una diputación, con la cual podría tener una presencia pública propicia para comenzar una resurrección política.

¿Quién, entonces, podía ser el candidato presidencial de Cambio? Podía serlo Pineda. En el proceso electoral del año 2019, Pineda fue una de las opciones de candidatura vicepresidencial del partido Unión del Cambio Nacional. En ese proceso electoral, el candidato presidencial de ese partido, Mario Estrada, fue arrestado en Estados Unidos de América, y acusado de delitos conexos con el narcotráfico, y juzgado y condenado a quince años de prisión.

La condena de Mario Estrada, y con ella, la interrupción de su candidatura presidencial eliminó la posibilidad de que Pineda fuera candidato vicepresidencial; pero persistió su interés en ser político, e intentó involucrarse en el proceso de fundación de nuevos partidos políticos, quizá con el propósito de ser, no un modesto candidato vicepresidencial, sino un señorial candidato presidencial. Finalmente optó por involucrarse en el proceso de fundación de Cambio, y fue Secretario General del comité creado para fundar ese partido. Empero, Pineda advirtió que se involucraba en la fundación de ese partido con la condición de que Baldizón, quien no tenía la mejor reputación por haber sido presidiario y volver a ser presidiario, no influyera en los fundadores, es decir, sus hijos.

No era verosímil que Pineda creyera que Baldizón no influiría en sus hijos, o que sus hijos no permitirían tal influencia. Tampoco era verosímil que Pineda creyera que Baldizón no intervendría en el partido y que, por ejemplo, no designaría al candidato a la Presidencia de la República, y a candidatos a diputación y alcaldía. Es el caso que Pineda sabía, y tenía que saberlo, que habría influencia e intervención de Baldizón, y quizá hasta era su propósito complacerlo, a cambio de una codiciada candidatura presidencial.

Pineda, con el necesario consentimiento de Baldizón, se convirtió en el más probable candidato presidencial de Cambio. Empero, en enero del año 2023, informó que había renunciado del partido; y el motivo que invocó fue que Baldizón pretendía influir o intervenir. No parecía que ese fuera el motivo, precisamente porque Pineda sabía que Baldizón influiría e intervendría.

El 5 de febrero, el partido Prosperidad Ciudadana proclamó la candidatura presidencial de Pineda. Quizá el motivo de la renuncia de Pineda al partido Cambio, era que él quería tener una independencia que Baldizón no le permitía tener, y que la dirigencia de Prosperidad Ciudadana le permitiría tener. Baldizón y sus hijos podían haber creído que Pineda era traidor, aunque traidor inocuo, porque su traición no provocaba algún impacto catastrófico en el partido.

En aquel mismo día 5 de febrero, el partido Cambio proclamó a su candidato presidencial: Álvaro Trujillo Baldizón. Y Baldizón se adjudicó la primera posición en el grupo de candidatos a diputado nacional; pero la autoridad electoral no admitió su candidatura.

El día 2 de mayo fueron publicadas cifras de una encuesta sobre intención de voto, que, en el caso de candidatos presidenciales, sorpresivamente confirieron la primera posición a Pineda. Otras encuestas reiteraron ese notable ascenso de Pineda en la intención de voto. ¡Pineda podía ser el próximo Presidente de la República! Aquel traidor inocuo había adquirido impredecible importancia electoral. Y conjeturamos que Baldizón decidió vengarse.

El 5 de mayo, el partido Cambio solicitó a los jueces conceder un amparo, que impugnaba la validez legal que la autoridad electoral había conferido a la asamblea nacional que Prosperidad Ciudadana había celebrado en noviembre del año 2022. Si esa asamblea no tenía tal validez, las candidaturas propuestas por el partido Prosperidad Ciudadana, entre ellas la de Pineda, no eran legales. El 19 de mayo los jueces concedieron provisionalmente el amparo solicitado por Cambio. Pineda, aquel candidato presidencial que probablemente ocuparía la primera o la segunda posición en la elección del próximo 25 de junio, y que, en el caso de una nueva elección, tendría una realista probabilidad de ser el nuevo Presidente de la República, ya no era candidato presidencial.

El 20 de mayo, Pineda presentó, en la Corte de Constitucionalidad, un recurso de apelación que pretendía invalidar el amparo provisional concedido a Cambio. La corte no admitió ese recurso. El partido Prosperidad Ciudadana también había presentado, a esa corte, un recurso de apelación, con la misma pretensión; pero desistió. Pineda parecía agregar, a la pérdida de su candidatura, la pérdida de su partido.

No pretendo afirmar que realmente Baldizón y sus hijos creyeron que Pineda era un traidor, y que, por el éxito que lograba en intención de voto, había sido emprendida la venganza. Esa traición y esa venganza son obra de mi interpretación, la cual puede estar más próxima a la realidad que a la ficción, o inversamente, más a la ficción que a la realidad. Juzgue usted, por favor.

Post scriptum. Los jueces concedieron solo provisionalmente el amparo solicitado por Cambio. Colígese que la venganza de Baldizón se ha consumado solo provisionalmente. Empero, prescindamos de traición de Pineda y venganza de Baldizón. Es el caso que la incertidumbre sobre el veredicto final de los jueces concerniente al amparo solicitado por el partido Cambio, perturba el proceso electoral. Y para el bien, no de Pineda o de Baldizón, sino de ese proceso, los jueces deben disipar urgentemente tal incertidumbre.

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