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El Pacto Colectivo en Educación

Reflexiones

En la distópica realidad guatemalteca el pacto colectivo en educación ha servido como instrumento de poder del antidemocrático, prepotente, nefasto y vetusto sindicato de los trabajadores de la educación de Guatemala (STEG), donde pululan maestros incultos, sin decoro y sin criterio, convertidos en activistas políticos al servicio del dirigente sindical más pervertido y desprestigiado del país.

El pacto colectivo es ese instrumento legal al que tienen derecho todos los trabajadores para garantizar las mejoras a las condiciones laborales. Se entiende que deben prevalecer los beneficios adquiridos, resultado de las negociaciones entre patronos o sus representantes y los trabajadores organizados. Para ello existe todo un andamiaje normativo que se inicia con lo preceptuado en el capítulo VIII de la Constitución Política de la República.

En el pacto colectivo ha quedado establecido lo relacionado a las mejoras salariales, las cuales han sido substanciales tomando en consideración que los maestros del sector público trabajan cinco horas al día y tienen un ciclo lectivo de nueve meses reales. Los maestros con clase escalafonaria D, E, F, tienen salarios superiores a muchos profesionales universitarios que trabajan ocho horas diarias en la administración pública.

Además, tienen otros beneficios, como el programa académico de desarrollo profesional docente (PADEP/D) donde el Ministerio de Educación paga Q.8,800. 00 anuales por maestro a la Universidad de San Carlos por concepto de matrícula, programa en el que se ha invertido más de Q.1,000 millones en 15 años. Al concluir los estudios de este diplomado de dos años, el maestro tiene derecho a un bono por capacitación de Q.700.00 mensuales, así también, los maestros reciben dos bonos de Q.2,500. 00 uno en junio por el día del maestro y otro en diciembre por las festividades navideñas.

Toda la dirigencia del STEG y los representantes seccionales del sindicato en cada uno de los departamentos del país gozan de licencia sindical todo el año, lo que les permite dedicarse a  tiempo completo a la actividad sindical magisterial y a otras relacionadas a otros sindicatos del Estado como lo dio a conocer Jessica Gramajo en publicación de SOY502: “Sindicatos Globales de Guatemala” es la entidad que, según sindicalistas y políticos, Joviel Acevedo utiliza para mover sus tentáculos y ubicar de manera estratégica a sus allegados en las juntas o consejos directivos que tienen representación tripartita (gobierno, empresarios y trabajadores).

Un ejemplo claro es que el sempiterno secretario general del sindicato de trabajadores de la educación de Guatemala, (STEG), 30 años en el cargo, Joviel Acevedo, fue nombrado por Alejandro Giammattei, como parte de la Junta Directiva del Instituto Técnico de Capacitación y Productividad (INTECAP) desde el miércoles 30 de agosto de 2023, según se publicó en el Diario de Centro América, con el cargo de director suplente del sector laboral.

Otros de los beneficios para los maestros establecidos en el pacto colectivo es la implementación de la Junta Mixta para dirimir los conflictos laborales. La instancia de la Junta Mixta representa un conflicto en el orden administrativo debido a que las autoridades inmediatas a los maestros (directores y supervisores educativos) han perdido poder en cuanto a la aplicación de la Ley de Servicio Civil y su Reglamento, debido a que lo relacionado a las faltas al servicio se dirimen en la Junta Mixta departamental o nacional, fallando siempre en favor de los infractores.

Los pactos colectivos de condiciones de trabajo de acuerdo a su naturaleza son instrumentos legales en los que se establecen beneficios marginales alcanzados en un proceso de negociación. Un beneficio de los más importantes para los maestros es el Programa Salud Integral para el Magisterio (PROSIMA), siendo los beneficios médicos, laboratorios y funerarios. De Lo inaudito en el último pacto colectivo fue que se incluyó el programa de salud escolar que esta relacionado a los estudiantes del sector público del país. Piensa mal y acertaras dice el refrán, la opacidad en que se realizó este negocio entre el Ministerio de Educación, el banco Crédito Hipotecario Nacional y el STEG nos hace reflexionar sobre la posibilidad de un programa clientelar, sazonado de corrupción por las partes en cuestión.

¿Se traducen todos estos beneficios obtenidos en el pacto colectivo en mejoras a la calidad educativa? La respuesta lacónicamente es NO. Guatemala sigue teniendo resultados pésimos en las pruebas diagnósticas internas (MINEDUC, USAC) y en las internacionales (PISA, ERCE, TERCE). Nuestros estudiantes en una abrumadora mayoría no entienden lo que leen y no tienen habilidades matemáticas básicas. El coeficiente intelectual a nivel nacional es de 42 uno de los más bajos del mundo. El atraso en tecnología de la información y comunicación por parte de los maestros es apabullante.

Coincidimos en que los maestros tienen la mayor responsabilidad en lo relacionado a la calidad de la educación. Ellos tienen como función principal el desarrollo eficiente del proceso de enseñanza-aprendizaje. De ellos depende la formación de competencias duras y blandas de acuerdo a lo establecido en el CNB. Podemos convenir que ellos esencialmente tienen la mayor responsabilidad en los resultados que se obtienen en las pruebas diagnósticas.

Es urgente que el pacto colectivo se realice en un contexto de transparencia, que en efecto sea una negociación donde el Ministerio de Educación defienda el criterio de que no habrá más concesiones al STEG mientras no se mejore la calidad educativa en el país. Donde los maestros no solo reciban aumentos salariales y otros beneficios, sino también, se comprometan a cumplir con lo establecido en la Ley de Educación Nacional, en la Ley de Servicio Civil y en la normativa educativa establecida por el Ministerio de Educación.

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