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La Vega: Mercado comunal, Santiago de Chile

Del Escritorio del General

Una experiencia singular.

Adentrado en la metrópoli de Santiago con su imponente río Mapocho y sus bulevares en la costanera, la importante avenida Andrés Bello, la avenida que reconoce a uno de los conquistadores el Capitán General Pedro de Valdivia cuya esfinge ecuestre honra la plaza de armas de esta metrópolis, y el reconocimiento de su primer mandatario el General Bernardo O’Higgins, fundador del estado chileno, son algunos de los emblemas históricos de esa gran nación.

Que, por cierto, el coronel Antonio José de Irisarri representa una parte importante en la determinación política del estado austral, tanto en la emancipación política y cultural del estado chileno, siendo este, un ilustre militar español nacido en Guatemala y honrosamente dignificado con el reconocimiento de un comando militar con su nombre, murió en New York siendo representante de Guatemala. Esta faceta anecdótica e histórica crea un vinculo importante entre nuestras dos naciones, un hecho histórico que nos une a Chile como estado libre y democrático.

La Vega insertada en la metrópoli específicamente en la comuna de Providencia, constituye un claro ejemplo del libre mercado, la Vega es un mercado cantonal importante en el cual todos los días acuden la gran mayoría de chilenos, santiagueños a realizar sus compras y surte a muchos de los restaurantes y negocios de comida de esta gran metrópoli. Es en sí, un mercado libre, como Chile lo ha sido y por ello es una gran nación y una potencia económica latinoamericana. Ahí, inicia el proceso de libertad, con una infraestructura donde las personas intercambian bienes y servicios de mutuo acuerdo sin que el estado intervenga, es lo que los economistas del famoso chicago Boys, implantaron en Chile y lo convirtieron en el país de mayor crecimiento económico de la región.

Leyendo un poco de la gran y variada historia chilena, Pinochet expresaba que como militares no debían hablar de política, porque su naturaleza les prohibía esto temas, sin embargo, el tema económico no se incluía en esta limitación, de tal manera que él y su junta de gobierno se enfocaron en la plataforma económica, creando una constitución que privilegiaba el crecimiento y la empresa privada. Lo cual contribuyo grandemente al éxito de Chile como exportador y generador de niveles de vida ciudadana exitosa y envidiables, así como niveles de educación y cultura general sin precedentes.

Recientemente visité ese “mercado” y pude comprobar lo eficiente que es, los productores, intermediarios y compradores interactúan de mutua libertad y alcanzan acuerdos de mutuo beneficio. En esa ínfima porción de terreno si se quiere ver así, nace el crecimiento económico y el beneficio de toda la ciudadanía. Los comerciantes, productores y todos los involucrados en el negocio, generan el beneficio y la distribución de la riqueza.

Adicionalmente en la constitución se establecieron las regulaciones de la explotación minera, protegiendo el usufructo y esto genero los beneficios y la descomunal riqueza estatal producto de este explosivo crecimiento económico, con una visión de estado y de potencia económica. Siendo un ejemplo constitutivo estatal. Los cambios se postulan son la total anulación de un estado en crecimiento y atentaran si lugar a dudas contra el pueblo.

Similares ejemplos vemos hoy día, en la región, el caso de Venezuela, Bolivia y lo más lamentable de Argentina, como los gobiernos “socialistas” están terminado con los frutos de la riqueza nacional.

La introducción de este comentario, tenia como fin ilustrar que fuimos conquistados y se produjo una simbiosis social y cultural y eso es inevitable e inapelable, hoy día, el pueblo chileno se debate en una controversia de sus condiciones, que por cierto son de los mejores estándares internacionales, sin duda hay grupos disidentes que no comparten y es totalmente entendible, lo que no es entendible, es pretender la destrucción de una potencia económica por las ambiciones socialistas. La referencia ideológica es me parece la causal de la pretendida destrucción de un modelo económico que ha demostrado ser eficiente y efectivo, de hecho, ejemplo para muchos países. Esta dicotomía política está desintegrando una de las más relevantes economías en crecimiento.

La agenda de San Pablo, (izquierda radical) es la promotora de la mal llamada “conflictividad social”.  que pretende crear falsas expectativas en la sociedad y confluye en la lucha de clases marxista, espectro contra el cual hay que luchar, la inmoralidad de inducción social mediante los oprobiosos conceptos del flagelo social. Chile vive hoy día, la mayor de sus controversias sociales y políticas, el indeterminismo estratégico, que quieren ser y que pueden ser. Sus adversarios los están venciendo con la falacia de la voluntad popular y esa no existe.  

Chile, ejemplo, lo vuelve a ser, con sus debates de las reformas constitucionales, que están acabando con sus vecinos, Argentina, Bolivia, Perú, y Ecuador, se han enfrascado en una apología de la disociación cultural al igual que nos está pasando a todos, el debate de los pueblos ancestrales o primigenios, originales y les llaman de muchas formas. Lo apreciable en definitiva es que somos el sincretismo de cinco centurias, y eso no se revierte se asimila y se mejora, es una nueva construcción social. Les involucra a las juventudes, los milenios y subsecuentes generaciones, identificar estos desafíos y buscar sus propias conclusiones.

Todo inicio en “la Vega” libre mercado y prosperidad.

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Francisco Bermudez Amado

General de División ex Ministro de la Defensa, Analista político.

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